El escritorio que Simón Bolívar utilizó para organizar la campaña emancipadora del Perú se cuida celosamente en la Casa Urquiaga de Trujillo. El estilo del mueble es rococó inglés y en la parte central posee una especie de gruta donde se exhibía la imagen del santo de la familia dueña de la majestuosa casona.
Este tiene una antigüedad de unos 200 años. Transcurría marzo de 1824 cuando Bolívar se sentaba frente a él para escribir la historia del Perú. Desde este lugar, según fuentes escritas, promulgó decretos y proclamó a Trujillo capital de la República del Perú.
Había pasado menos de un mes de ser nombrado autoridad cuando llegó a esta casa ubicada frente a la Plaza de Armas de Trujillo. En la parte superior de la escribanía, aún se conservan sus libros originales.
La pluma y la tinta con las que redactaba sus resoluciones se encontraban en los extremos del escritorio, que mide más de tres metros de largo y casi dos metros de ancho. Al costado de él, una imagen del ilustre liberteño José Faustino Sánchez Carrión, su ministro general y amigo, decora el salón donde ahora se exhibe el mueble.
Don Juan Antonio Ochaita y Urquiaga, dueño de la casa, le daba posada. El escritor Iván La Riva Vegazzo cuenta que entablaron una gran amistad.
“La gesta emancipadora ha dejado su imprenta en ella: el inmortal genio y estratega libertador de cinco repúblicas don Simón Bolívar fue su huésped en marzo de 1824”, narró Miguel Adolfo Vega Cárdenas en el estudio monográfico histórico de la Casa Urquiaga, hoy propiedad del Banco Central de Reserva del Perú.
En el comedor de la fastuosa vivienda, construida en el siglo XVI, el Banco Central de Reserva del Perú conserva dos de sus más importantes tesoros históricos: una sopera y una panera de porcelana obsequiadas por Bolívar a don Juan Antonio en agradecimiento por la hospitalidad brindada.
Ambas vasijas llevan en una de sus partes el sello de la Legión de la Guardia Peruana, una unidad histórica del Ejército del Perú que ha estado en los acontecimientos más importantes del país.
Simón Bolívar permaneció en la Casa Urquiaga solo en marzo de 1824. Era la segunda vez que visitaba la ciudad, por entonces la única liberada del dominio español.
VISÍTELO
El museo de la Casa Urquiaga está abierto de lunes a viernes de 9:15 a.m. a 3:30 p.m. y los sábados de 10 a.m. a 1 p.m. El ingreso a esta casona es libre.