El asesinato de un bebe de 1 año en el convulsionado distrito de La Esperanza ha vuelto a encender la alarma en Trujillo. El año pasado, tras la desarticulación de ocho bandas criminales, el ministro del Interior, Daniel Urresti, aseguró que la delincuencia en La Libertad descendería en el 2015, pero el año empezó de manera sangrienta en esta parte del país: tres crímenes en las últimas 72 horas, incluido el del menor. La Libertad cerró el 2014 con una estadística que asusta: según la policía, se registra un asesinato cada dos días.
Ante esta situación, el alcalde Elidio Espinoza convocó ayer a una reunión de urgencia a los 11 alcaldes de la provincia de Trujillo para coordinar estrategias en contra de la delincuencia, pero solo asistieron seis autoridades y no pudieron coordinar acciones concretas. Tampoco acudieron a la reunión el representante de la Policía Nacional y los burgomaestres de tres de los distritos más convulsionados de la ciudad: La Esperanza, El Porvenir y Florencia de Mora.
El gerente de la Municipalidad Provincial de Trujillo, comandante FAP en retiro Ismael Iglesias, lamentó la inasistencia de los alcaldes y dijo que “se arrastra una serie de malas costumbres que impide la acción del Estado” en la lucha contra la delincuencia en Trujillo.
Para el general PNP en retiro Marlon Savitzky Mendoza, jefe de la III Dirección Territorial de la Policía Nacional (Dirtepol) en el 2011, el avance del crimen organizado en Trujillo y sus provincias obedece al desinterés e incumplimiento de la ley de parte de muchas autoridades. “Tres muertes en tres días es un número alto”, dijo.
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