- Salud Mental: “Para darle una atención a toda la población del país requerimos cerca de 600 centros de comunitarios, ahora tenemos 272″
- “Lo que buscan las personas con ideas suicidas no es morir, es dejar de sufrir”
La salud mental es un aspecto esencial, pero a menudo postergado dentro de las llamadas prioridades sociales. Se piensa que su atención no es urgente y que su afectación no es grave. Sin embargo, para una de cada ocho personas en el mundo (1.000 millones de individuos, según datos de la Organización Mundial de la Salud al cierre del 2022) convivir con un trastorno mental significa, en muchos casos, un dolor silencioso, que afecta negativamente su vida cotidiana.
Los beneficios de una mejor salud mental se extienden más allá del bienestar psicológico, que es sin duda el más importante. Indefectiblemente tienen que ver con la equidad y la inclusión, pero también con aspectos como el crecimiento económico y la prosperidad.
Además de los gastos directos en el tratamiento, los trastornos de salud mental conllevan costos indirectos relacionados con la disminución de la productividad económica, tasas de desempleo más altas y otros efectos económicos. Estos costos para la sociedad pueden ser considerablemente significativos y, en muchas ocasiones, superan en cantidad los gastos de atención médica.
Según cálculos realizados por investigadores del Foro Económico Mundial, en el 2010 una amplia gama de trastornos de salud mental tuvo un impacto económico mundial de aproximadamente 2,5 billones de dólares (pérdida de productividad económica de 1,7 billones de dólares y gastos directos en atención médica por 0,8 billones). Se proyecta que para el 2030 este monto aumentará a 6 billones de dólares junto con el aumento de los costos sociales. Este cálculo supera las estimaciones de costos combinados para el cáncer, la diabetes y las enfermedades respiratorias crónicas realizadas por los mismos investigadores.
Los gobiernos tienen la responsabilidad de promover y proteger la salud mental de todas las personas. En los países de América Latina, pese a que las necesidades son más grandes, las respuestas con frecuencia resultan insuficientes. Según datos de la Organización Panamericana de la Salud, el 34% de las enfermedades en la región están relacionadas con la salud mental. Por ello, para poder acortar brechas, es indispensable la suma de otros actores y esfuerzos.
Alianza del Pacífico
La Alianza del Pacífico (AP) es una plataforma de integración regional en la que participan Chile, Colombia, México y el Perú como países miembros. Si bien su principal objetivo es económico y comercial, para el excanciller Luis Javier Gonzales-Posada, la AP es una espacio de cooperación mucho más efectivo que impulsa iniciativas de carácter sostenible, académico y cultural. Dentro de esta articulación es clave el concepto de bienestar, que desde luego incluye la salud mental.
Los cuatro países concentran una población de 233,6 millones de personas (2021) y cuentan con un PIB per cápita promedio de US$19.050 (2019).
“(Alianza del Pacífico) no se trata solamente de un pacto comercial, que impulsa la circulación de bienes, servicios, capitales, sino que promueve valores sustantivos como los derechos humanos y las capacidades cívicas”, destaca Gonzales-Posada en entrevista con El Comercio. En esa línea, el exministro de Relaciones Exteriores resalta que priorizar temas vinculados a la salud mental es una apuesta de amplio beneficio para las sociedades y los países miembros.
De hecho, la Alianza del Pacífico tiene entre sus principios la promoción de condiciones salubres idóneas, tanto físicas como mentales. Aunque el documento que alberga estos lineamientos de gestión de factores de riesgo psicosociales se desarrolla en espacios de trabajo, Gonzales-Posada refiere que los mismos criterios de gestión y evaluación se pueden aplicar a entornos educativos, por ejemplo.
Para Juan Carlos Cáceres, economista con una maestría en Salud Pública, la salud mental es un aspecto esencial, al que no se le da importancia en la política social y el desarrollo económico. “Una mala salud mental frena el desarrollo al reducir la productividad, tensar las relaciones sociales y agravar los ciclos de pobreza y desventaja. Por otro lado, cuando las personas gozan de buena salud, tanto física como mental, y viven o trabajan en entornos propicios pueden estudiar o trabajar de manera más productiva y contribuir positivamente a sus comunidades, beneficiando a toda la sociedad”, apuntó a El Comercio.
"Una mala salud mental frena el desarrollo al reducir la productividad, tensar las relaciones sociales y agravar los ciclos de pobreza y desventaja"
“Los problemas de salud mental tienen una incidencia creciente en el mundo y eso se remarca en países en vías de desarrollo como el Perú. En general, la región de América Latina presenta graves dificultades y brechas que se han ensanchado con el tiempo. Además, el esfuerzo que se hace desde los gobiernos son insuficientes”, indica Miguel Vallejos Flores, decano del Colegio de Psicólogos del Perú.
La salud mental en el Perú, Chile, Colombia y México
Precisamente, el Perú, Chile, Colombia y México tienen panoramas similares respecto de la salud mental y las afectaciones derivadas de ella. Todos los países tienen en la depresión y la ansiedad los problemas más frecuentes. Además, tienen en común un insuficiente presupuesto para atender las necesidades y una creciente prevalencia de estos males.
Perú
En el 2019, el Ministerio de Salud (Minsa) estimaba que al menos 5 millones de personas sufrían de algún problema de salud mental y de estos solo el 20% buscaba atención profesional. Para el 2022, el Minsa informó que realizó 1,6 millones de atenciones durante ese año y, para el 2023, solo entre enero y setiembre, realizó 1,3 millones de atenciones.
En una entrevista previa a El Comercio, July Caballero Peralta, directora ejecutiva de la Dirección de Salud Mental del Minsa, señaló que “para darle una atención a toda la población del país se requerían cerca de 600 centros de salud mental comunitarios, pero que actualmente solo tenían 272″. Precisamente, ese modelo de descentralización de los servicios de salud permitió que más personas puedan atenderse. Según la página de Consulta Amigable del Ministerio de Economía y Finanzas, el presupuesto que se maneja en todo lo concerniente a salud mental es de más de 700 millones de soles.
Chile
Según el “Termómetro de la salud mental en Chile 2023″, realizado por Universidad Católica y Asociación Chilena de Seguridad, un 17,5% de las personas encuestadas presentaron síntomas asociados a una probable presencia o sospecha de una enfermedad mental. La cifra supuso un incremento del 2% respecto del sondeo del 2022. Además, la cobertura de atención en salud mental en el país alcanza aproximadamente a no más de un 20% de la población.
Asimismo, el “Monitor global de salud 2023″ reveló que un 66% de los chilenos cree que la salud mental es el mayor problema de salud que enfrenta el país. La cifra toma mayor relevancia cuando esta data se cruza con el presupuesto fiscal destinado a este ítem, el cual apenas supera el 2% del total del presupuesto en salud.
Colombia
Una encuesta realizada por el Ministerio de Salud y Protección Social en el 2023 reveló que el 66,3% de los colombianos declaró haber enfrentado algún problema de salud mental. Sin embargo, un dato de esa encuesta mostró la complejidad del problema: uno de cada 10 encuestados consideró como mala su salud mental.
Pese a que Colombia es uno de los países con mayor partida presupuestal para acción y prevención en salud mental, tres de cada 10 personas calificó de malo o muy malo el servicio de salud mental.
México
El Colegio Nacional, institución pública dedicada a la divulgación de la cultura científica en México, reveló que tres de cada 10 personas tienen un trastorno mental en un momento de su vida. En este país, las enfermedades mentales representan el 19%, sin embargo, solo recibe el 2% del gasto en salud.
Sin embargo, los datos más impactantes tienen que ver con los suicidios. Las muertes por esta causa se incrementaron 50% en la última década con una prevalencia significativa en la población joven. En el 2012, se registraron 5.549, de acuerdo con cifras sobre mortalidad del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, mientras que, 10 años después, México cerró el 2022 con un total de 8.237. En promedio, se registraron 22 suicidios diarios, el año pasado.
Salud mental comunitaria
En setiembre pasado, bajo la presidencia pro témpore del Perú, la Alianza del Pacífico realizó la clausura del Programa del Voluntariado Juvenil, proyecto “A-Gente de cambio: promoción de la salud mental de adolescentes y su comunidad”, una iniciativa que tuvo como objetivo, promocionar la salud mental entre los adolescentes de los Centros de Desarrollo Integral de la Familia del Programa Integral Nacional para el Bienestar Familiar.
En la implementación del programa en Lima Metropolitana participaron 20 jóvenes provenientes de Chile, Colombia, México y el Perú. Estos jóvenes no solo diseñaron, sino que también llevaron a cabo la implementación y evaluación de programas de promoción de la salud mental en los Cedif de Año Nuevo (Comas) y Tahuantinsuyo (Independencia).
“Iniciativas como estas generan un compromiso en la ciudadanía, una preocupación en temas de interés social y sobre problemas que en los últimos años vienen generando preocupación”
Durante la ejecución, los jóvenes voluntarios presentaron los resultados del proyecto y relataron sus vivencias durante la intervención. “Iniciativas como estas generan un compromiso en la ciudadanía, una preocupación en temas de interés social y sobre problemas que en los últimos años vienen generando preocupación”, señala Gonzales-Posada.
Durante la pandemia del COVID-19, este tipo de proyectos ayudó a que los jóvenes puedan interactuar en entornos en donde la salud mental había afectado las relaciones humanas. Según contó Noelia Chávez, secretaria nacional de la Juventud (Senaju), “estas iniciativas preparan a jóvenes para ayudar a otros jóvenes y adolescentes a través de herramientas para la promoción de salud mental. Además, presenta una oportunidad para que se puedan replicar en sus países”, agregó la titular de la Senaju del Ministerio de Educación.
Entornos laborales: un espacio de intervención
Los entornos laborales son otros de los espacios de mayor riesgo por problemas de salud mental, pero al mismo tiempo presentan mayor margen de intervención, detalla Vallejos Flores. De hecho, el decano del CPP indica que las organizaciones y las empresas pueden hacer mucho desde su lugar para reducir, por ejemplo, los altos índices de estrés.
“Los empleadores y los gobiernos comparten la responsabilidad de fomentar y salvaguardar la salud mental de los trabajadores. Esta tarea puede abordarse mediante la implementación de leyes y regulaciones específicas, la aplicación de estrategias organizativas efectivas, la formación de gerentes en aspectos relacionados con la salud mental, y la implementación de intervenciones dirigidas a mejorar el bienestar psicológico”, sostiene Vallejos.
“Dado que las personas pasan gran parte de su vida en el trabajo, es fundamental contar con un entorno laboral seguro y saludable”, reflexiona el economista Juan Carlos Cáceres a El Comercio. En ese mismo sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) han llamado a adoptar medidas concretas para abordar los problemas de salud mental en el entorno laboral.
En el aspecto económico también hay cifras que respaldan ello. La OIT y la OMS estiman que cada año se pierden 12.000 millones de días de trabajo debido a la depresión y la ansiedad, lo que cuesta a la economía mundial casi un billón de dólares.
Por ejemplo, en el Perú, Talent & wellness consulting reveló que solo en el primer semestre del 2023 se registraron 7.000 atenciones de asistencias psicológica. Al respecto, su directora Roxana Lingán indicó que “en Perú, la salud mental es atendida después de ser diagnosticada más no de una manera preventiva, y como resultado de ello no existen planes de salud diseñados a la nueva realidad”, dijo.
“En Perú, la salud mental es atendida después de ser diagnosticada más no de una manera preventiva, y como resultado de ello no existen planes de salud diseñados a la nueva realidad”
“Hoy se necesita un enfoque sistémico, profesionales de la salud que trabajemos de manera multidisciplinaria para responder a la alta demanda en todas las especialidades de la salud. Al respecto, la demanda de las atenciones en las especialidades de la salud mental ha crecido significativamente. En nuestra experiencia, el crecimiento ha sido exponencial atendiendo a empresas de los principales sectores económicos del país”, apunta Lingán.
• Generar conciencia sobre la importancia de la salud mental en el lugar de trabajo.
• Prevenir la estigmatización y discriminación.
• Promover un modo de vida saludable y el equilibrio entre la vida laboral y personal.
• Apoyar al personal con problemas de salud mental y facilitar el acceso a los servicios de salud mental.
Los espacios de trabajo que promueven una buena salud mental, también mejoran la parte física. “También es probable que reduzcan el ausentismo, mejoren el rendimiento y la productividad laboral, aumenten la moral y la motivación del personal y minimicen la tensión y el conflicto entre colegas”, apunta Cáceres.
La mayoría de los esfuerzos para abordar la salud mental en el ámbito laboral se enfocan en empleos formales. No obstante, la economía informal, caracterizada por la falta de regulaciones, condiciones laborales precarias y la ausencia de protección social, representa más del 60% del empleo a escala mundial, según la OMS y supera el 69% en países con ingresos bajos y medianos.
Información de servicio
Si estás en Perú y necesitas orientación y consejería salud mental, para ti o alguna persona de tu entorno, busca ayuda profesional.
- Para mayor orientación en temas de salud mental puede llamar a la Línea gratuita 113, opción 5. El servicio funciona los 7 días de la semana y las 24 horas del día.
- También puede acercarse a cualquiera de los 272 Centros de Salud Mental Comunitaria (CSMC) a nivel nacional. Estos cuentan con personal especializado en adultos, niñas, niños y adolescentes. Equipos de diferentes disciplinas, de psiquiatría, psicología, servicios sociales, enfermería, así como terapeutas de lenguaje, terapeutas profesionales están a tu disposición. Puedes conocer los CSMC más cercanos a su domicilio ingresando aquí.