La labor de los voluntarios de TECHO en zonas damnificadas
La labor de los voluntarios de TECHO en zonas damnificadas
Redacción EC

Portillo Grande es hoy un gran socavón cubierto por un manto marrón en el que apenas quedan algunas casas en pie. La emergencia ha pasado en ese pequeño poblado como en el resto de las zonas afectadas por las lluvias en el país, pero la tragedia, no.

Desde el día en que lo perdieron todo, los miembros de la comunidad pernoctan en carpas azules entregadas por la municipalidad de Cañete y se alimentan de las donaciones. Esta semana, la llegada de un grupo de muchachos de polo blanco alimentó también sus esperanzas de retomar pronto sus vidas, de recuperar sus viviendas, de volver a dormir bajo su propio techo.

Aunque a nivel formal y oficial el gobierno aún realiza una evaluación total de daños para definir en qué zonas se podrá o no volver a construir, las tareas de reconstrucción se han iniciado desde el voluntariado. TECHO ya comenzó con el empadronamiento de los damnificados, y hoy llegarán a Portillo Grande para sacar barro, limpiar escombros y recuperar espacios para los pobladores de esa comunidad. Mientras que, en el centro de operaciones en Lima, se prepara la logística para la intervención que TECHO tendrá en el norte de país, teniendo como primer destino la ciudad de Chiclayo.

Conozca más sobre la labor de TECHO tras los huaicos que han golpeado el país, hoy en Somos.

Jóvenes cultores del Jiu Jitsu y las artes marciales mixtas defienden su práctica frente al estigma de que promueven la violencia. — Revista Somos (@SomosElComercio)

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