Las autoridades del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe) Norte rehabilitaron los ambientes que el pasado 10 de octubre quedaron siniestrados durante un motín ocurrido en varios pabellones de la cárcel de Chiclayo. Tras la protesta, cuatro internos fallecieron por graves quemaduras.
En las últimas semanas, un experto en sismología realizó una evaluación con equipos de ultrasonido y determinó que los pilares de los pabellones donde ocurrió un incendio no sufrieron daños estructurales.
Además, ante la llegada de El Niño, el Inpe ejecuta obras de prevención que consisten en la reparación de techos, reforzamiento las mallas de seguridad y la rehabilitación del sistema de agua y desagüe. Los trabajos demandan una inversión de S/.400.000.
Persiste grave hacinamiento
La cárcel de Chiclayo, ubicada en el distrito de Picsi (Ferreñafe) alberga más de 3.300 internos, de los cuales el 95 % purga condena en el régimen ordinario y el 5 % en el cerrado de máxima seguridad.
Ante la falta de ambientes en los pabellones principales, dañados por el incendio del 10 de octubre, la jefatura del Inpe dispuso que una decena de talleres de diferentes oficios funcionen en el patio principal del reclusorio. Por ahora, los internos se dedican a la elaboración de productos artesanales, mientras cientos de reos transitan por el lugar y otros se dedican la venta de comida al paso, entre otros pasatiempos.