Investigación revela secretos de la cerámica del pueblo awajún
Investigación revela secretos de la cerámica del pueblo awajún
Wilfredo Sandoval

Después de un año de visitas de campo, el Ministerio de Cultura culminó una investigación que permite conocer el rol que desempeña la mujer y el significado de la cerámica del , conformado por más de 55.000 indígenas que moran en Amazonas, Loreto así como en la parte norte de San Martín y Cajamarca.

Los investigadores recorrieron más de 10 comunidades nativas, ubicadas en puntos extremos de la frontera con Ecuador en la provincia de Condorcanqui, para recoger testimonios y registrar las técnicas que desde tiempos ancestrales utilizan las ceramistas dékamu ( las más sabias y habilidosas).

José Trauco Ramos, responsable de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Amazonas, recordó que el arte de elaborar cerámica es uno de los estamentos que caracterizan a las mujeres de la etnia awajún. “Ellas, al dar continuidad a esta actividad, mantienen vigente una costumbre y cumplen con el propósito de suministrar utensilios para transformar o servir los alimentos y bebidas. Además les permite a muchas de ellas vitalizar su espacio social en la comunidad”, dijo.

Según el funcionario, en los últimos años la cerámica de esta etnia peruana ha sido revalorada y su aceptación en el mercado artesanal nacional permite obtener ingresos económicos a los artesanos. Esto les sirve para mejorar la calidad de vida de los integrantes de su familia.

La ministra de Cultura, Diana Álvarez-Calderón asegura que las mujeres del pueblo awajún han desarrollado a lo largo de los años de creación cultural, y de experimentos con diversos materiales que el bosque amazónico les brinda, una producción de cerámica que condensa su cosmovisión e identidad ancestrales caracterizada por la finura y originalidad de las piezas.

La cerámica tradicional de los awajún consiste en la elaboración de vasijas, ollas y tinajas en las que se emplea varios tipos de arcillas, resinas, látex, hojas y otros recursos naturales. Para transformar las arcillas en productos elaborados, las ceramistas también necesitan cortezas de árboles, hojas, látex y frutos de plantas, según testimonios de mujeres de las comunidades de Mamayaque, Kayants, Urakusa, Nueva Esperanza, Saasa, Yumigpu, Napuruka, Yamakaentsa y Nieva.

Los resultados de la investigación han sido plasmados en un libro de 100 páginas que será presentado el próximo 19 de noviembre a las 8 p.m. en la sede de la DRC de Chachapoyas. El trabajo se inició en junio del año pasado por el programa Ruraki Maki (hecho a mano) del portafolio de Cultura.

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