La Reserva Nacional Allpahuayo Mishana, a 23 kilómetros al sur de la ciudad de Iquitos (Loreto), guarda un ecosistema único en el país: los bosques de varillal y chamizal sobre la arena blanca y los bosques inundables por aguas negras del río Nanay. Es esa peculiaridad la que la hace atractiva para decenas de empresas que retiran esta arena a fin de usarla en obras de construcción.
Esta extracción se realiza sobre todo en la zona de amortiguamiento de la mencionada área natural desde hace años. El Comercio denunció en el 2011 que se cometía este delito sin ningún control.
Sin embargo, recién desde este año el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) reunió a varias autoridades regionales en una comisión técnica para abordar el tema. Así, la Dirección Regional de Energía y Minas del Gobierno Regional de Loreto verificó que hay lugares sensibles en el área de amortiguamiento donde esta extracción afecta directamente a la reserva.
La supervisión evidenció también que se retira arena blanca sin contar con certificación ambiental ni con una concesión. Además, se talan bosques primarios. Esto último ha motivado que la Fiscalía en Materia Ambiental haya intervenido hasta seis veces a los camiones de las empresas que ingresan a la zona. Pero la actividad no se detiene.
La directora de Gestión de Áreas Naturales Protegidas del Sernanp, Cecilia Cabello, dijo que se ha diagnosticado que un 40% de la zona de amortiguamiento es sensible, pero que se podría extraer arena en el resto.
Estas acciones de las autoridades regionales y del Sernanp generaron la protesta de empresarios de transporte de arena, quienes señalan que les niegan su oportunidad de trabajar.
“Hago un llamado a estos extractores a que se formalicen. No estamos diciendo que no trabajen, nuestra preocupación es que no se debió entrar de esa forma”, sostuvo Cabello.
Otras amenazas
La reserva Allpahuayo Mishana nunca ha estado lejos de las amenazas. En el 2007 se dispuso el traslado de un botadero al kilómetro 30,5 de la carretera Iquitos-Nauta y se generó un problema, pues estaba cerca de la zona de amortiguamiento del área natural.
Además, cerca de esta zona se ubican dos lotes de casi 14 mil hectáreas que buscan adjudicarse las empresas dos empresas para hacer de ellos un área de monocultivo de palma aceitera.
Por último, las invasiones. En la reserva habitan 1.305 familias que son conscientes de la labor de conservación, pero desde julio del 2013 empezaron a llegar otras personas que han empezado a traficar terrenos.