‘Los cerebros del mal’: así operaba la banda criminal que ofrecía el ingreso directo a universidades hasta por $ 3.000

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Detrás de las conexiones camufladas se esconde el trabajo criminal de una gran banda llamada ‘Los cerebros del mal’. Esta tiene actividad criminal desde el 2016, según la PNP. Su modus operandi inicia con la captación de estudiantes en academias y ofrecerles los servicios de ingreso fácil. La organización delictiva puede llegar a tener hasta 150 alumnos por examen de ingreso y cobrar hasta 3.000 dólares por prueba, según declaró el Jefe de la Divieod, coronel PNP José Manuel Cruz Chamba.

“El año pasado -2022- se detectó e inclusive se anuló el examen de admisión a la Unmsm a raíz que se detectó que se filtró la prueba. Esta banda criminal hizo ingresar a dos personas denominadas como ‘Kamikazes’ -quienes solo se dedican a ingresar como postulantes y tomar fotos de los exámenes-”, comentó el coronel.

Una vez detenida, la joven de 17 años fue revisada con precisión hallando en su poder dos prendas de vestir -un polo y un calzón- que estaban conectadas entre sí con alambres y una placa madre de celular, la cual se encontró en una ropa interior. También un par de audífonos en sus oídos. Este circuito funcionaba para recibir remotamente las respuestas que le iban a permitir el ingreso. No obstante, tras un trabajo rápido de los agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP), la menor no logró dar el examen.

Los integrantes se camuflan en las academias donde tienen más opciones de clientes. Para llegar a ellos, estudian sus perfiles. Sobre esto, la policía comunicó que usualmente contactan a aquellos que tienen menos posibilidades de ingresar.

La PNP expuso los siguientes costos por examen en la Unmsm

Según la investigación de la Divieod, una vez captados, realizan la sustitución a los postulantes mediante la suplantación presencial o la toma de foto del examen y posteriormente lo resuelven mientras el alumno recibe las respuestas por los aparatos electrónicos.

Este trabajo criminal es financiado por la cabecilla de la banda, identificado como Ciro Lapa Espino (36), alías ‘Cholo Ciro’, quien está no habido. No obstante, el coronel PNP José Manuel Cruz Chamba, indicó que ya se ha solicitado al Ministerio Público la detención preliminar del cabecilla y los demás brazos de la banda.

Los agentes policiales también han identificado a dos integrantes que se dedicaban a ingresar a los exámenes de admisión únicamente a tomar fotos de la prueba. Ellos son Nikolay Newton Silva Juarez (22) y Juan Carlos Bastidas Pimentel (30). Ambos fueron detenidos el 23 de octubre del 2022 en la Unmsm.

“Estas personas solo ingresan a estos exámenes no a resolverlos, ni con pretensión de ingresar, solamente su misión es tomar fotos porque en su momento se les ha incautado mini smartphones”

Coronel PNP, José Manuel Cruz Chamba.

Una vez capturadas las imágenes, las envían a ‘Los cerebritos’, quienes resuelven los exámenes y posteriormente, a través de los sistemas electrónicos, dictan las respuestas a los malos postulantes que han accedido al servicio criminal de esta banda.

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No se limitan a solo trabajar en universidades de la capital. Newton y Juan Carlos también han postulado a la Universidad Nacional de Cajamarca, Universidad Nacional de Piura, Universidad Nacional Micaela Bastidas de Apurímac, Universidad Nacional José María Arguedas y la Universidad Nacional del Centro del Perú. En al menos dos de ellas obtuvieron puntajes menores a 200 o hasta 0.

Además de las personas sindicadas como las encargadas de tomar las fotos de los exámenes, la policía ha detenido más de seis postulantes mayores de edad y retenido a tres menores de edad. Una mayoría de ellos buscaba ingresar a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

La banda criminal ha sido desarticulada en varias ocasiones; sin embargo, sus remanentes siguen buscando la manera de captar más alumnos para ofrecer sus servicios ilícitos al interior de academias donde se preparan para ingresar a las universidades.

La abogada penalista del Estudio Linares, Karla Cárdenas declaró para El Comercio que esta organización delictiva estaría cometiendo el delito de falsedad genérica, porque usurpan nombre y calidad en el caso de la suplantación para resolver los exámenes.

De comprobarse que la banda criminal está aplicando todo el sistema tecnológico y humano para vender los exámenes a través de los aparatos electrónicos acondicionados en las prendas, oídos, también calificarían dentro del delito de falsedad genérica. La especialista detalló que la pena de cárcel por esto es de dos a cuatro años. Además, comentó que una investigación fiscal determinaría la comisión del delito de los integrantes de la organización.

El jefe de la Oficina Central de Admisión de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), Dr. José Aníbal Pauyac Huamán, indicó a El Comercio que, como parte de un protocolo de acción durante los exámenes de admisión, los postulantes pasan por un detector de metales para verificar que no están ingresando artículos tecnológicos.

“Tratamos de poner bastante énfasis en la vigilancia humana. Los estudiantes no pueden tener gorros, aretes. Si llevan lentes, deben ser revisados para verificar que no tengan cámaras -de ser muy gruesos-”, dijo.

Antes de que los exámenes se distribuyan en las mesas de los estudiantes, pasan por un proceso de elaboración muy estricto. El vocero de la UNI, declaró que los profesores encargados de crear las pruebas, se encierran sin celulares o aparatos por donde puedan filtrarse las pruebas.

Durante el último examen de admisión de dicha casa de estudios, viernes 17 de febrero de 2023, se logró identificar a un postulante que llevaba un reloj inteligente acomodado en el tobillo. Según información del Dr. José Aníbal Pauyac Huamán, se le anuló la prueba y se lo retiró del lugar antes de que tenga contacto con el documento de admisión.

Como protocolo de actuación interna, de detectar una irregularidad como las antes señaladas, se procede a anular la prueba; se contacta con un fiscal de prevención del delito para que evalúe el caso y, de ser necesario, este último ordenaría llamar a la policía.