Los cultivos de hoja coca en el Perú se incrementaron en 18% durante este último año: se pasó de 80 mil a 95 mil hectáreas | INFORME

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Sin embargo, la producción de cocales a nivel nacional se mantiene. Durante los últimos tres años (2020-2022), se incrementaron en más de 30.000 hectáreas. En 2020, se registraron 61.777 hectáreas. Para el 2021, se disparó a 80.681.

Según departamentos, Ayacucho acumula la principal cantidad de sembríos de arbusto de hoja de coca en producción, con un total de 18.469 hectáreas. Seguido por Cusco con 16.009 hectáreas, Ucayali (14.531 hectáreas), Loreto (13.844 hectáreas) y Puno (11.347 hectáreas).

Información Devida:

Carlos Figueroa, presidente ejecutivo de dicha comisión, señaló que si bien existe una desaceleración del crecimiento de cultivos ilegales, aplicarán tres ejes de lucha contra este problema para que sea mayor la reducción. Estos son la interdicción y sanción; el desarrollo alternativo y la prevención.

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El más reciente reporte de Devida también señala al Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) como la cuenca con mayor producción de hoja de coca, concentrando el 37,6% (35.106 hectáreas) del total, el año pasado. Es en esa misma zona donde menos labores de erradicación se efectúan.

Otros sectores con mayor distribución porcentual de 2022 son: Inambari-Tambopata, con el 10.9% (10.373 hectáreas); Bajo Amazonas, 9.2% (8.725 hectáreas) y Callería 8.3% (7.846 hectáreas). En tanto, Madre de Dios presentó un incremento del 274% (921 hectáreas), en el último año.

Según sus resultados, el Proyecto Especial de Control y Reducción del Cultivo de la Coca en el Alto Huallaga (Corah), exterminó en 2022 un total de 21 mil 627.68 hectáreas en todo el país.

El especialista en temas de narcoterrorismo, Pedro Yaranga, advirtió que un porcentaje de los productores cocaleros, luego de la pandemia, apostaron por abandonar sus sembríos de manera voluntaria. Bajo su análisis, el decrecimiento en algunas zonas correspondería a esta acción.

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“En el caso del Vraem, se debe sensibilizar más a los productores para una diversificación de sus sembríos. Después de este abandono voluntario, hay una buena cantidad que están apostando por otros cultivos como el camu camu y la pitahaya . En las zonas altas, donde crece la coca y el café, están probando incluso con un tipo de palta”, dijo.

Devida evidenció la existencia de ocho pistas de aterrizaje clandestinas ubicadas en el distrito de Padre Abad; cinco en Curimaná; una en Huipoca; dos en Neshuya, provincia de Padre Abad y una en el distrito de Nueva Requena, provincia de Coronel Portillo (ambas provincias en el departamento de Ucayali).

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En los márgenes de los ríos Pichis, Palcazu y Pachitea (los cuales cruzan Huánuco, Pasco y Ucayali), se identificaron más de cincuenta pistas de aterrizaje clandestinas, según su informe.

En efecto, Ucayali es uno de los departamentos que más ha crecido en cantidad de hectáreas de cocales, durante los últimos años. Tan solo entre 2018 y 2022, tuvo un incremento de 11.966.

Según Devida, existen decenas de posibles pistas de aterrizaje clandestinas localizadas, sobre todo al sur de Bajo Ucayali, en los distritos de Raimondi y Sepahua, provincia de Atalaya (Ucayali). Además, en el distrito de Tahuania, han identificado una posible pista clandestina.

En Callería, distrito de Coronel Portillo (Ucayali), informaron que se ha registrado un aproximado de diez probables pistas de aterrizaje clandestinas. Una gran parte de ellas se ubica en el centro y sur de la zona, principalmente en el distrito de Masisea.

En el departamento de Loreto, provincia de Ucayali, distrito de Contamana, se ubicó una posible pista de aterrizaje clandestina próxima al centro poblado Víctor Andrés Belaunde. La situación preocupante sobre las pistas clandestinas se repite en los márgenes del río Huallaga. En dicho sector, habría una.

Cabe resaltar que la identificación de pistas clandestinas fue producto del monitoreo de coca que realizó la comisión, mas no un estudio sobre ellas como tal.

De acuerdo con el informe, en el año 2022 se sumó un total de 14.865 hectáreas de cocales en Zonas de Amortiguamiento (ZA) y Áreas Naturales Protegidas, representando el 16% de la superficie nacional monitoreada.

El 78% se encuentra en cuatro territorios protegidos: al interior y Zona de amortiguamiento del Parque Nacional Bahuaja Sonene (5,861 hectáreas), Zona de amortiguamiento del Parque Nacional Cordillera Azul (2,684 hectáreas), Zona de amortiguamiento de la Reserva Comunal Asháninka (1,592 hectáreas) y al interior y en la Zona de amortiguamiento de la Reserva Comunal El Sira (1,420 hectáreas).

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En tanto, dentro de las comunidades nativas y campesinas habitadas por pueblos indígenas u originarios, se detectaron 18.076 hectáreas. De esta cifra, 5.486 están ubicadas dentro de la comunidad Asháninka y 4.021 en la Quechua.