Se llama Loyset Ana Apaza Mamani. Tiene 24 años y un diagnóstico de trastorno psíquico. Deambulaba por las calles de Puerto Maldonado () sin familiares que se hagan cargo de ella. Tampoco ha recibido atención de las entidades estatales pese a su situación de riesgo y desprotección. Desde el 5 de octubre hasta la fecha 20 de octubre, duerme, se alimenta y es atendida con los recursos del personal y en las instalaciones de la comisaría de la familia de Puerto Maldonado. Fue recogida deambulando en las calles con una muñeca en los brazos. Unos vecinos alertaron al serenazgo, porque les “parecía que era una menor que podría estar extraviada”.

Sufre de un trastorno psíquico y no tiene familiares que se hagan cargo. Necesita el apoyo de las instituciones estatales para su estabilidad emocional.
Sufre de un trastorno psíquico y no tiene familiares que se hagan cargo. Necesita el apoyo de las instituciones estatales para su estabilidad emocional.

Loyset se encuentra en situación de abandono moral y material y padece de “trastorno psicótico crónico: esquizofrenia paranoide”, que es el resultado de un informe del hospital Santa Rosa de Puerto Maldonado. “No tiene familiares, no se les ubica o no se presentan para hacerse cargo”, dice la capitán PNP Jannett Milagros Durand López, de la comisaría de familia de Puerto Maldonado.

Según la información de la oficial, Loyset deambulaba en las calles desde que era menor en las ciudades de Cusco, Arequipa y Tacna. Cuando tenía 13 años fue abusada sexualmente por su padrastro (existe una denuncia policial). Tiene una hija de 3 años, que estaría a cargo de los abuelos paternos de la bebe (se presume que, por eso, Loyset carga una muñeca, como el recuerdo de su hija). En el distrito de Inambari se tiene información de que Loyset deambulaba en los bares de la zona de La Pampa, donde era víctima de trata de personas. El personal de la fiscalía creyó que era menor, pero cuando se descubrió la edad, la dejaron libre por ser mayor de edad.

Tiene una hija de tres años producto de una violación sexual. Deambuló por varias ciudades del sur del país hasta que fue acogida en Madre de Dios.
Tiene una hija de tres años producto de una violación sexual. Deambuló por varias ciudades del sur del país hasta que fue acogida en Madre de Dios.

“No es mi responsabilidad, pero tengo un deber que cumplir para que esta persona no sea víctima de cualquier acto de violencia”, dice la oficial Durand. Loyset fue llevada al centro de salud mental del Hospital Santa Rosa. También fue trasladada a un Centro de Emergencia Mujer (CEM), una casa de acogida para protección de la mujer, y a la fiscalía, pero no fue atendida por falta de espacios. También se maneja información de que no la quieren recibir por considerar que “es mayor de edad” y que “debe buscar a sus padres para que se hagan cargo”.

El Comercio visitó la comisaria de la mujer. Aquí Loyset aprende y demuestra sus habilidades con la computadora, escucha música y escribe textos, revelando así que tiene habilidades personales “y con apoyo profesional podría curarse de su enfermedad y recuperar sus facultades personales y valerse por sí mismo”, dice Durand López. “Loyset necesita ayuda profesional y que las entidades estatales como el CEM se hagan cargo de Loyset, por su situación de riesgo y desprotección”, reclama la oficial.

En la comisaría de la mujer se informó que no podrán tenerla por mucho más tiempo, ya que no cuentan con los recursos ni con las instalaciones adecuadas para la atención de este tipo de casos. “Si Loyset es abandonada en las calles, podría ser víctima de tratantes de personas y llevada de nuevo a La Pampa”, dice añade Durán.

El último recurso: la Defensoría del Pueblo.

Luego de más de 15 días sin resultados recorriendo las entidades públicas, la agente Duran acudió como último recurso a la Defensoría del Pueblo para pedir su intervención y para que las entidades públicas cumplan con sus funciones y protejan la vida de Loyset.

Guimo Nemesio Loaiza Muñoz, jefe de la Oficina Defensorial de Madre de Dios, reconoce que “ninguna institución está prestando asistencia para la atención a Loyset Apaza Mamani, que tiene un problema de salud mental, ni el centro de emergencia de la mujer, ni el centro de salud mental del Hospital Santa Rosa, ni el centro de rescate de personas en riesgo de la Fiscalía”.

Debido a la urgencia que significa la protección de Loyset Apaza Mamani, Loaiza exigió la asistencia del Centro de Emergencia de la Mujer del MIMP, “porque es su responsabilidad atender a esta persona”. “Hace tres días se hizo un acta para que el MIMP, en coordinación con la comisaria de la mujer, asuma la atención de Loyset”, declaró Loaiza.

La última información que obtuvo El Comercio es que la policía ha logrado ubicar a sus padres y que se está coordinando con ellos para que se hagan cargo de Loyset. Su papá se encontraría en la región Puno y su madre en Ica. Las entidades públicas que deberían hacerse cargo siguen sin respuesta.

DRAMA EN MADRE DE DIOS

Luego de la pandemia del coronavirus, al menos 20 mujeres han desaparecido en esta zona de La Pampa, dominada por el negocio de la minería ilegal. En los últimos 8 años, tres defensores ambientales han sido asesinados en este mismo territorio. Se tiene el registro de que en 2017 la policía recogió los cadáveres de más de 150 personas.

El 9 de junio también asesinaron al suboficial PNP Alex Sánchez Saavedra de la DINOES, que operaba en La Pampa. Este fue ultimado de tres disparos por los ‘Guardianes de la trocha’, un grupo armado que brinda seguridad a los mineros ilegales, en una fiesta del grupo Armonía 10. Nadie se responsabilizó del crimen, ni la propia policía aclaro el asesinato del policía