Madre de Dios: defendió las tierras de su padre y fue asesinado por mineros ilegales

La tarde del domingo 20 de marzo, Juan Julio Fernández, aficionado a la pelea de gallos, había organizado un evento gallístico en su casa, ubicado en el kilómetro 105 del sector Nueva Arequipa, Inambari, Tambopata (Madre de Dios). El evento empezó a las 3 de la tarde culminando a las 9 de la noche. Cuando los asistentes ya se retiraban del domicilio, entraron por la puerta de la casa dos sicarios, fueron directo a la mesa donde estaba Juan Julio y le dispararon en la cabeza.

Germán Fernández, teniente de nueva Arequipa y hermano de la víctima, indicó que el asesinato está relacionado con los mineros ilegales que invadieron la parcela agrícola de su padre Apolinario Fernández Barrientos, ubicada en el kilómetro 104.

Los hijos de Apolinario Fernandez, German, Salvador, Eva y Juan Julio, apoyan a su padre a conservar y proteger desde hace 28 años el predio agrícola de 15 hectáreas que está siendo invadida por la minería ilegal de la zona de la Pampa.

Llegaron eso de las 9 de la noche, fueron directamente al lugar donde estaba mi hermano y le dispararon por la espalda, dos tiros en la cabeza: “Yo he presenciado el asesinato de mi hermano”, contó a El Comercio Germán Fernández Hanco.

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Desde el inicio de la invasión de los mineros ilegales en la zona de la Pampa desde el año 2006, los hermanos han defendido la parcela agrícola que está rodeada de esta actividad. Han continuado resistiendo por más de 15 años, al asedio de los mineros y de los traficantes de tierras de predios agrícolas, durante toda la época del apogeo la Pampa.

Los mineros ilegales han destruido su cerco perimétrico, han contaminado sus pastizales con relaves de la minería. Además, han desaparecido y contaminado una quebrada dentro del potrero, que era la fuente de agua para la crianza de sus 80 cabezas de ganado vacuno. De las más 30 hectáreas de terreno que tenía, desde hace 28 años, ahora solo le quedan como 15 hectáreas.

Los mineros informales tumban las plantas y árboles maderables para quemarlos y hacer minería dentro de la parcela agrícola. Toda el área está rodeada de la intensa actividad minera que opera en la zona, en el lugar no queda más área para el pastoreo de sus ganados.

Desde el mes de octubre del presente año, ha puesto denuncia en la Fiscalía ambiental de Puerto Maldonado contra el concesionario minero Celso Quispe Chipana y otros de sus colaboradores por contaminación del ambiente, por afectar sus cercos perimétricos, sus 80 cabezas de ganado vacuno, contaminar sus pastizales, y la quebrada dentro de su potrero. Pero en dos ocasiones han quedado suspendidas las diligencias de constatación y/o interdicción por la inasistencia del personal policial y del personal de la Dirección de energía y minas, de manera muy sospechosa.

Mientras las diligencias de la fiscalía se retrasan, la minería ilegal aprovecha el tiempo para continuar talando el bosque y destruyendo los pastizales.

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German mencionó que desde que pusieron la denuncia en la Fiscalía de Puerto Maldonado, son amenazados y han tenido que pedir garantías para su vida. Pero Juan Julio no tenía esa protección.

Las autoridades no nos apoyan.

En diciembre este Diario llegó a la Pampa, en el kilómetro 104 de la margen derecha vía interoceánica, donde se pudo constatar que en el área agrícola don Apolinario tiene pastizales y cría ganado vacuno, ha sembrado plantas como arboles de castaña, conserva palmeras de aguaje y otras especies maderables para la conservación de la fauna silvestre.

Don Apolinario daba de beber a sus ganados en un balde con agua, que trae de otros lugares, ya que la corriente de agua de sus pastizales está contaminada. Durante el año, cinco ganados y varias de sus crías han muerto por beber el agua contaminada. La mitad de sus pastizales está contaminadas con las turbias del relave minero y los ganados están enflaqueciendo por la falta de pastizales para su alimentación.

Ingresamos por medio de sus pastizales y pudimos ver como la minería ha contaminado sus pastizales. Muchos de los arboles maderables y área boscosa han sido quemados y destruidos para dar paso a la minería ilegal. “Las autoridades no nos apoyan”, dijo angustiado don Apolinario.

Mientras don Apolinario sigue viviendo rodeado de la intensa actividad de minería ilegal y poniendo su vida en riesgo ante las organizaciones criminales que protegen a los mineros, este es solo un caso de los cientos de agricultores en la región de Madre de Dios. Don Apolinario dice que se mantendrá firme para proteger sus pastizales, el ganado, y los arboles maderables que sembró. No entregará ni venderá su predio a los mineros ilegales.

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