Las mamás lesbianas que luchan por ser reconocidas legalmente
Las mamás lesbianas que luchan por ser reconocidas legalmente
Ana Núñez

A las 00:25 horas del 1 de abril del 2017, en una sala de operaciones en la que los médicos de turno escuchaban a Luis Fonsi cantar Despacito, Karenina Álvarez Johnson dio a luz a Diego. Afuera, en los pasillos de la clínica samborjina, Morayma Rejas esperaba nerviosamente el momento de tener por fin al recién nacido en sus brazos. “¿Ese es mi hijito?”, preguntó con impaciencia a la enfermera que salió de la sala de operaciones con un pequeño pegado al cuerpo. Sí, ese era Diego, su bebé, pero la pobre mujer de blanco no entendía un apio y la cara de nada que puso lo hacía evidente.

Karenina y Morayma son pareja desde hace más de tres años, esposas desde hace poco más de uno y madres de Diego desde que comenzaron a desearlo. Hasta hace un par de semanas, antes de que le dé un cuadro de trombosis que la obliga a inyectarse anticoagulantes dos veces por día, Karenina era la que daba de lactar al pequeño. Entre otras cosas, Morayma es la de los ‘chanchitos’.

La vida de Karenina y Morayma podría transcurrir con la normalidad de cualquier mujer que se ha convertido en madre, pero ese es un derecho que en nuestro país a mujeres lesbianas como ellas aún no se les reconoce.

Los casos como el de Karenina, Morayma y Diego no son pocos. En enero último, Darling Yvone Delfín y Jenny Victoria Trujillo iniciaron una batalla legal con el Reniec, que no reconoce la parentela entre ellas y su hijo Dakari. El pequeño nació en agosto del 2014 en la ciudad de México, donde Darling y Jenny habían contraído matrimonio legalmente (México, Colombia, Brasil, Uruguay y Argentina son los países latinoamericanos que han aprobado el matrimonio igualitario).

La oficina de Migraciones de nuestro país aceptó su inscripción como hijo de peruanos nacido en el extranjero y consignó como observación los nombres de las dos madres. Sin embargo, el Reniec solo ha aceptado que en el DNI del pequeño vaya el apellido de la madre biológica.

Lee el informe completo este sábado en la revista Somos de El Comercio.

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