Mancomunidad del Sur concentra la mayoría de proyectos mineros

Este semana, durante su inspección al proyecto minero Las Bambas, el presidente Ollanta Humala resaltó que su puesta en marcha convertirá al país en el segundo mayor productor de cobre en el mundo. Las Bambas es considerado el proyecto minero más costoso de la historia –con una inversión aproximada de US$10.000 millones– y al mismo tiempo el único que representará un punto porcentual en el crecimiento del PBI en el 2016. Sin embargo, su puesta en marcha simboliza solo el inicio del aprovechamiento del potencial minero del sur del país. 

Y es que la recién creada Mancomunidad del Sur, formada por Cusco, Arequipa, Apurímac –donde está Las Bambas–, Puno, Madre de Dios, Moquegua y Tacna, será el principal foco de inversión minera durante los próximos años.

Inversiones y conflictos

El lunes, cuando los siete gobernadores regionales firmaron la creación de la mancomunidad declararon que su prioridad será la formación de una matriz energética, el incremento de los presupuestos destinados a obras públicas y el fomento de las principales actividades productivas de las regiones, entre las que destaca la minería. 

Sin embargo, la Mancomunidad del Sur aún no muestra propuestas claras sobre la implementación de los proyectos ni cómo se enfrentarán los conflictos sociales que los rodean. 

Actualmente estas regiones concentran cerca del 65% de la cartera de proyectos mineros para los próximos años. Este hecho confiere a las siete regiones una perspectiva importante en su crecimiento futuro. Arequipa, Moquegua, Tacna y Cusco figuran entre las principales productoras de cobre al 2015. Asimismo, Apurímac y Arequipa concentran el 50% de la cartera vigente, por encima de conocidas regiones mineras como Áncash y Cajamarca, donde fue suspendido indefinidamente Conga.

De esto se desprende la importancia de dicha actividad dentro de los ingresos de los gobiernos regionales y locales, incluso en épocas no tan favorables para la minería, como han sido los últimos años. 

Si bien la cartera de inversiones de la mancomunidad es significativa, nueve proyectos mineros –entre los que destacan Tía María, Las Bambas y la ampliación de Toquepala– enfrentan conflictos sociales activos. En dos de estos (Tía María y Anubia) aún no hay diálogo. El monto que estaría bajo incertidumbre alcanza los US$21.340 millones, cifra equivalente al 40% del total de inversiones.

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