En total 15.855 personas ingresaron –durante los dos ciclos regulares del 2019– a estudiar en la Universidad Alas Peruanas (UAP), cuyo licenciamiento fue denegado esta semana por la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu).
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De acuerdo con los informes estadísticos de la universidad a los que accedió El Comercio, actualizados hasta octubre pasado, el 97% (15.304 ingresantes) accedió a alguno de los 30 programas de pregrado que ofrece la casa de estudios. El 3% restante (551) optó por un programa de posgrado.
Los documentos muestran que la gran mayoría de ingresantes se registró en alguna sede de la UAP en Lima (2.154). Le siguen las filiales de Arequipa (972), Cusco (864), Ica (850), Huaura (842) y Ayacucho (825).
—Procesos de admisión—
La UAP convocó durante el año dos procesos de admisión para sus programas de pregrado: en marzo y agosto. Ambos consistieron en un examen ordinario que tenía un costo de entre S/150 y S/250.
El segundo proceso fue publicitado con avisos que incluían los siguientes esloganes: “Plan de adecuación aprobado por la Sunedu” y “Camino al licenciamiento institucional”.
El mensaje se refería a la aprobación del plan que la Sunedu requirió a la UAP para que se adecúe a la ley y cumpla las condiciones básicas de calidad (CBC), luego de que obtuviera un “resultado desfavorable” en 36 de los 40 indicadores que le habían evaluado previamente.
El titular de la Sunedu, Martín Benavides, explicó que Alas Peruanas hizo “un uso inadecuado” de esa decisión de la Sunedu. “Efectivamente, tenían un plan de adecuación aprobado, pero eso no demostraba que estaban en condiciones de ofrecer un servicio educativo con calidad”.
Agregó: “Por el contrario, era una universidad que no había logrado superar su primera etapa, y tenía una responsabilidad frente a la Sunedu de cambiar esa situación. Esperábamos que se concentraran más en resolver los problemas identificados”. Precisó que la UAP no tenía ningún impedimento de iniciar procesos de admisión mientras estaba en proceso de licenciamiento.
—“Conflicto social”—
A través de un comunicado, la Universidad Norbert Wiener (UNW) reiteró ayer su intención de fusionarse por absorción con la UAP, a fin de asegurar la continuidad de los estudios del alumnado que resultará perjudicado.
José Castillo, presidente ejecutivo de Alas Peruanas, indicó que la fusión con la UNW es una solución “a un potencial conflicto social” que se desencadenaría tras la denegatoria de su licencia. También llamó a la calma a los estudiantes y aseguró que “no se los abandonará”.
“Se buscarán todas las soluciones para que sigan estudiando con estándares licenciados”, dijo en Radio Exitosa. Además, explicó que ya se dio “el primer paso para la fusión” al comunicar a la Sunedu esa intención.
No obstante, fuentes de El Comercio indicaron que, al cierre de esta edición, todavía no se había iniciado formalmente el proceso de fusión ante la superintendencia.
—Nuevo decreto—
El Ministerio de Educación (Minedu) reguló, a través del Decreto de Urgencia 034-2019, la intervención en las universidades públicas con licencia denegada que incumplan con su plan de emergencia y pongan en riesgo la continuidad de estudios de su alumnado.
La norma señala que el Minedu formará una comisión reorganizadora que asumirá la conducción de la universidad estatal por un plazo máximo de dos años, a fin de tentar un nuevo licenciamiento ante Sunedu.
Una vez que la casa de estudios obtenga su licenciamiento, la comisión reorganizadora nombrará un comité electoral para que se elija a las nuevas autoridades universitarias (rector, vicerrector, etc.).
A la fecha, 86 universidades han logrado su licenciamiento de la Sunedu. A otras 34 se les ha denegado, y 24 siguen en proceso de evaluación.
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