El Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo) para la pequeña minería y la artesanal concentra más de 86.000 inscripciones. Como lo reveló El Comercio anteriormente, se trata de un proceso cuestionado por especialistas debido a la vaga fiscalización del Estado y la protección que brinda a la minería ilegal, que alude estar bajo el proceso de formalización para operar sin límites. Este Diario obtuvo el registro completo del Reinfo, dando luz a nuevos descubrimientos.
Como se informó anteriormente, más del 73 % de los registros en el Reinfo están suspendidos. Sin embargo, para mucho el objetivo no es culminar el proceso de formalización antes de la fecha límite (el 31 de diciembre del 2024), sino continuar operando con los beneficios de estar en proceso de formalización. Prueba de ello es la inmensa cantidad de Reinfos inscritos en concesiones de terceros y las incontables toneladas de mineral aurífero robado, procesados y exportado fuera del margen de la ley. Es importante precisar que la calidad como suspendido no implica la expulsión del proceso de formalización.
De acuerdo con las últimas modificaciones a la Ley General de Minería, se describe a la pequeña minería y a la artesanal de la siguiente manera:
- Productor minero artesanal: se dedican como medio de sustento a la explotación o beneficio directo, realizando sus actividades con métodos manuales o equipos básicos. Poseen hasta mil hectáreas y una capacidad de producción no mayor a 25 toneladas métricas por día para productos metálicos, y 100 toneladas métricas para minerales no metálicos y de construcción.
- Pequeño productor minero: Poseen hasta dos mil hectáreas, con una capacidad de producción de 350 toneladas métricas por día para productos metálicos, y 1.200 toneladas métricas para minerales no metálicos y de construcción.
Una de las críticas más resaltantes hacia el Reinfo es que muchos de los mineros inscritos como pequeños extractores o artesanales, son en realidad medianos productores con acceso a gran capital. El Comercio registró el uso de maquinaria pesada, volquetes y demás herramientas de gran capacidad que son empleadas para la ‘pequeña minería informal’ en Pataz, uno de los distritos más afectados por las acciones ilícitas. Otra forma de medir la capacidad real de un minero es conociendo la cantidad de actividades mineras que realiza en simultáneo.
Múltiples inscripciones
Según la información actualizada al 15 de julio de este año, 216 Registros Únicos de Contribuyentes (RUC, obligatorio para lograr la inscripción al Reinfo) tienen más de diez operaciones en proceso de formalización. Para Máximo Gallo, exdirector de Formalización Minera del Ministerio de Energía y Minas (Minem), esto representa “la ineficiencia del Estado”. “No puede ser posible que el Estado no sepa que un mismo RUC se registra en diferentes Reinfos. La culpa es del Estado ineficaz, [incluso] podríamos decir hasta corrupto”, sostuvo el especialista. De hecho, para los 86.121 registros en el Reinfo, solo hay 54.709 RUC inscritos.
El Comercio pudo conocer que solo una persona, Silvero Paredes Yucra, mantiene 77 inscripciones en el Reinfo de actividades en los distritos de Huepetuche y Madre de Dios, en la provincia de Manu (Madre de Dios). Sus actividades son de beneficio; es decir, no son extractivas, pero trabaja directamente con el mineral extraído, como son las plantas de procesamiento. Es el que más inscripciones acumula individualmente en todo el Reinfo. De sus registros, todos en Madre de Dios, solo cuatro están vigentes.
Para Gallo, esta es una manera de fraccionar las operaciones en pequeñas actividades, logran así realizar grandes operaciones (tanto de beneficio como mineras) “con los beneficios de ser un pequeño minero”. El segundo caso es el de la empresa Cugar S.R.L., con 52 registros, todos suspendidos. Inscribió operaciones diferentes provincias de Arequipa, Lima y Cusco. Permanece en el proceso de formalización pese a que figura como dado en baja de oficio desde el 2017 y con el contribuyente ‘no habido’, según la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat).
Company Gold Carmen S.A.C. también cuenta con 52 inscripciones, pero solo tres vigentes. Tiene operaciones el distrito de San Gregorio, provincia de San Miguel (Cajamarca) y en múltiples provincias de Áncash. Según la Sunat, su principal actividad económica es la venta al por mayor de materiales de construcción. Las secundarias son arquitectura e ingeniería, y la construcción de edificios. No figura actividades mineras. En tercer lugar, se encuentra la Compañía Minera Agregados Calcareos S.A. Sus operaciones registradas en el Reinfo están en Junín, Pasco, Lima, Ica, La Libertad, Huancavelica y Cajamarca. De sus cincuenta inscripciones, 25 están vigentes. A mayo de este año, según la Sunat, mantenía 411 trabajadores en planilla y 42 prestadores de servicios.
Sin capacidad
Gallo explicó que la presentación de un RUC para la inscripción al proceso de formalización buscaba garantizar que los mineros estén en capacidad de generar empresa y garantizar una formalización óptima y real. “Sin embargo, esto no garantizaba el cumplimiento del objetivo porque cualquiera puede sacar un RUC y no hacer nada, como fue lo que pasó. El gran problema es que el Estado, el Minem y los Gobiernos Regionales, que finalmente tiene la principal responsabilidad de manejar el Reinfo, no han sido proactivos y siempre han esperado que el minero haga todo”, sostuvo.
El especialista resaltó que se puede comprender que un pequeño minero o uno artesanal registre hasta cerca de tres veces el mismo RUC, lo que indica tres operaciones diferentes. De inscribirse múltiples veces con un RUC, ya implicaría que está operando en múltiples espacios y hay una operación más grande, cosa que no se consideraría dentro de los parámetros de la minería de menor escala. Gallo aclaró que las bocaminas de los mineros en proceso de regularización no están georreferenciadas, ni tampoco existe una trazabilidad del oro. Para el entrevistado, “el gran problema es que la Dirección de Formalización Minera [del Minem] ha sido muy mal manejada”. “La formalización es un proyecto, no es un proceso permanente. La informalidad no puede ser permanente, debe haber un plazo de formalización. Lo que sí es permanente es el apoyo del Estado a la minería en pequeña escala, que es fundamental de este país”, arguyó.
Por su parte, Ángela Grossheim, directora ejecutiva de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), refirió que las Direcciones Regionales de Energía y Minas, a cargo de la formalización minera en cada departamento, no ha mostrado resultados esperados. “Realizar tanto el otorgamiento de permisos (para la actividad minera y beneficio), la fiscalización y otros, es un trabajo que requiere de especializaciones y capacitaciones especiales. Al dividirlo a lo largo del país sin generar estas capacidades, realmente no lleva a conseguir los objetivos que se buscan”, dispuso.
El Comercio contactó con el Ministerio de Energía y Minas para coordinar una entrevista, pero al cierre de esta edición no se obtuvo respuesta.
Geografía
Según los datos a los que accedió El Comercio, 1.379 de los 1.890 distritos del país cuentan con al menos un RUC inscrito en el Registro Integral de Formalización Minera. Es decir, el 73 % de los distritos en todo el Perú registran actividades de pequeña minería y minería artesanal. Asimismo, de las 196 provincias, 187 tienen actividad minera en proceso de formalización. Esto equivale al 95 % de todas las provincias. Las que más registros mantienen son Caravelí (Arequipa), Sandia (Puno), Lucanas (Ayacucho), Tambopata (Madre de Dios) y Manu (Madre de Dios).
La base de datos del Reinfo permite conocer también que el promedio de registros vigentes es de tan solo el 23,9 %. Asimismo, es posible conocer que existen provincias -incluso de gran extensión- que cuentan con menos de cinco registros. En Loreto, una provincia de más de 67.000 kilómetros cuadrados, existe un solo minero inscrito en el Reinfo. En Atalaya, provincia ucayalina con un área mayor a los 38.900 kilómetros, existen dos registros, ambos suspendidos. Caso contrario se da en Pataz, provincia de La Libertad, donde hay más 3.347 inscritos en un área de cuatro mil doscientos kilómetros cuadrados, casi nueve veces más pequeña que Atalaya.
Lo concreto es que el sur peruano concentra la mayor parte de los mineros inscritos en el Reinfo. Los puntos de mayor concentración se dan en las provincias del sureste, mientras que el noreste representa la menor cantidad de registros. La selva de Loreto es uno de los puntos con menos mineros en proceso de formalización, con provincias extensas sin ningún Reinfo. La selva de Madre De Dios es un foco principal. Puno es otra región con una importante cantidad de inscritos en el Reinfo.