Entre el lunes y ayer, la ministra Liliana La Rosa inauguró dos locales de Cuna Más en Cajamarca. (Foto: Alonso Chero / Archivo)
Entre el lunes y ayer, la ministra Liliana La Rosa inauguró dos locales de Cuna Más en Cajamarca. (Foto: Alonso Chero / Archivo)
Jorge Falen

A casi un año de haber asumido el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), detalla la estrategia de su sector para contrarrestar el avance de la anemia, así como los cambios en los .


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—Hoy el índice de anemia infantil llega al 43,5% en el Perú. ¿Cuántos de los 15 ministerios involucrados en el plan multisectorial contra este mal serán responsables directos de su reducción?
Es la primera vez en la historia del país que la anemia entra al discurso presidencial. La rectoría del plan la tiene la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), pero cada sector tiene su responsabilidad. El Midis está a cargo de la secretaría técnica de la Comisión Intersectorial de Asuntos Sociales y responde por los programas sociales. El Ministerio de Salud (Minsa) es responsable de la compra de micronutrientes, hace el tamizaje. El sector Vivienda provee de agua potable, que es el primer requisito para vencer este mal.

—¿No hay superposición de competencias con el Minsa?
No se debe señalar confusiones, como que estamos compitiendo con el Minsa. Acá cada uno hace su rol. Obviamente donde me pregunten sobre anemia, hablaré del tema. Lo mismo pasará con otros ministerios porque es una política de Estado.

—¿Es viable reducir la tasa de anemia a 19% al 2021?
Sí, creo que vamos a llegar a esta meta patriótica. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en un país donde la anemia supera el 40% existe una emergencia de salud pública, que es nuestro caso. Este año, tenemos que reducir el índice a 39%.

—¿Cuánto se bajará esta enfermedad este año en los programas sociales del Midis?
El programa Juntos bajó el año pasado cuatro puntos [según el INEI, se redujo de 54,5% a 51,5%]. Creemos que podemos ir al doble de la meta de Juntos y más del doble de lo logrado en Cuna Más [que pasó de 44,6% a 43,3%], a casi un 8% a diciembre de este año. En el 2018, capacitamos a 12 mil madres de Cuna Más, ahora llegaremos a 48 mil. Además, en el servicio de acompañamiento familiar, el 100% de los padres han recibido capacitaciones sobre la anemia.

—¿Qué rol cumplen los padres de familia en esta lucha?
La anemia es una enfermedad silenciosa que afecta a todo el país, no solamente a los niños pobres. Tenemos que recuperar la garantía de la lactancia materna; el clampaje tardío del cordón umbilical para que el niño viva los primeros cuatro meses sin anemia; darles gotitas de hierro al cuarto mes y al sexto hacerles el tamizaje. ¿Quién es el responsable? Nosotros los adultos.

—¿Cuánto invertirá su sector este año para la reducción de la anemia infantil?
El presupuesto total destinado por el Ejecutivo es de S/1.041 millones. Del Midis son S/164 millones que corresponden a Cuna Más, y tenemos aparte el Fondo de Estímulo al Desempeño de los gobiernos regionales, al que se le van a añadir otros S/192 millones.

—¿Cómo será la nueva política de desarrollo e inclusión social anunciada días atrás?
En siete años de existencia, el Midis ha sido un buen gestor de programas sociales, pero no creó la institucionalidad necesaria para cumplir su función de rectoría, de producir información sobre los principales problemas de inclusión que existen. Es una información que nos toca elaborar y vamos a trabajarla.

—¿En este nuevo enfoque tienen el rol rector de la reducción de la pobreza?
En el control y la provisión del dato, sí. Existe un consenso internacional sobre la necesidad que tienen los países de garantizar a sus ciudadanos un piso básico de protección social, que en este momento no hay en el Perú. Vamos a sentar las bases para crearlo a partir del SIS, Essalud y avances que se tienen en educación.

—El año pasado, la pobreza aumentó 1,2 puntos porcentuales y la anemia no se redujo. ¿Se cumplió el resultado esperado en política social?
Tenemos 10 meses de gobierno. Recibimos un país con 2,5% de crecimiento y lo llevamos a 4%. Hemos pasado de 1,5 millones a 2,5 millones de personas atendidas en las zonas más inaccesibles del país. No había un solo lactario y ahora hay más de 2.318. Teníamos 14 mil personas en atención de subsidios condicionados y ahora pasamos a 20 mil. Y todo esto con la misma plata.

—¿Qué avances se tienen a la fecha en programas sociales?
Los hemos reposicionado. Creamos Progresa, que es la unificación de todos los procesos administrativos de Juntos, Pensión 65 y Contigo. Los tres tienen que juntarse y pagar en el mismo punto. Hemos pasado del enfoque del individuo protegido al de familia protegida que tiene una gestión territorial; está en articulación con el alcalde y el gobernador.

—¿Tienen metas numéricas en relación con la pobreza?
Apuntamos a cumplir los objetivos del desarrollo sostenible al 2030, que son bajar la pobreza a un 10,9% y erradicar la pobreza extrema. Hemos proyectado que con un crecimiento del 5% (que no tenemos) y los mismos programas sociales no llegaríamos a esa meta. Tenemos que cambiar de estrategia.

—¿“Crecer para incluir” o “incluir para crecer”? ¿Con cuál frase se queda?
No es posible esa dicotomía. Necesitamos ir en paralelo, no se puede ir creciendo sin incluir, nadie se puede quedar fuera del goce de derechos que tiene como ciudadano.

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