“Mis propuestas las camino”, por José Carlos Requena
“Mis propuestas las camino”, por José Carlos Requena
José Carlos Requena

Durante la reciente semana de representación parlamentaria, llamó la atención el viaje del congresista Kenji Fujimori (representante de Lima en el partido Fuerza Popular) a Cusco, un distrito electoral en el que no se encuentran quienes votaron por él en las elecciones del pasado abril. El viaje, publicitado en la cuenta de Twitter del congresista, lo muestra “verificando estado de puentes y reforestación” y “recorriendo colegios e institutos en Tinta”. Con el hashtag #GestaRevolucionaria, saca lustre a un inédito interés histórico. 

Pero no es el primer viaje del congresista fuera de sus linderos electorales, desde que empezara su segunda gestión parlamentaria. A inicios de agosto, con solo algunos días de instalado, Fujimori viajó al distrito de Nuevo Imperial, en Cañete, acompañando al congresista Elard Melgar (de Lima Provincias).

Como si los viajes no fueran suficiente indicativo de un ánimo político que trasciende el distrito electoral que lo eligió, el pasado 29 de setiembre, Fujimori dedicó su intervención durante el debate de la delegación de facultades para el Ejecutivo a plantear su visión sobre un problema clave para el país: la administración de los recursos hídricos.

Publicitada en su cuenta de Twitter como su visión sobre “el ciclo del agua de los Andes”, la alocución fue leída con esa extraña mezcla de fervor y apatía que caracteriza el hablar del congresista Fujimori. Demuestra un conocimiento de los procesos de siembra de agua y de varias zonas de los Andes y problemas del país (como el fenómeno de El Niño), del que no suele estar al tanto el electorado, acostumbrado a sus intervenciones en que se busca zanjar alguna disputa.

Pero sin dejar de reconocer el interés de Kenji Fujimori por problemas que trascienden el distrito electoral que lo reeligió, ni obviando el artículo 93 de la Constitución Política del Perú (“Los congresistas representan a la nación”), se debe recordar que sus votantes residen en la capital.

No son un grupo pequeño. De hecho, en abril pasado lo convirtieron en el parlamentario con mayor caudal electoral: 389.383 votos preferenciales.

¿Qué quiere demostrar el congresista Kenji Fujimori con esta proactividad que trasciende el espacio geográfico que lo eligió? ¿Es la reedición de la irrupción de su padre en la política peruana montado en un tractor en la lejana campaña electoral de 1990? ¿Una nueva versión de la Ruta Perú de su hermana en la segunda vuelta de las elecciones de este año?

Digamos, por ahora, que honra uno de sus lemas de campaña para ser reelegido congresista por Lima, presentados en un breve spot. Admitiendo sus limitaciones orales y mostrando numerosas fotos de sus recorridos, el entonces candidato expresaba –ilógica aunque persuasivamente–: “Por eso, mis propuestas no las digo; mis propuestas las camino”.

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