Querapi, el pequeño anexo del distrito de Ubinas, ubicado apenas a 5 kilómetros del cráter del volcán más activo del país, nuevamente está siendo ocupado por pobladores que ya habían sido reubicados el 2014.
El problema de la reocupación quedó en evidencia la semana pasada tras la repentina explosión del Ubinas, que atemorizó a la población asentada en todo el valle. La detonación liberó 11 megajoules (energía, trabajo y calor), así como una columna de humo de 3.000 metros de altura sobre el cráter.
Luis Concha, alcalde de Ubinas, recordó que la fuerza del viento hizo que las cenizas volaran hacia el sur y el sureste, y cayeran sobre los campos de cultivo y cientos de viviendas.
Consultado por El Comercio, Yván Zapata, jefe de Defensa Civil de Moquegua, explicó que tras las constantes emisiones de ceniza que se produjeron en el 2014 se dispuso la reubicación definitiva de las 80 familias que ocupaban Querapi, en la zona denominada pampas de Hawai. Allí se creó un asentamiento humano con 125 familias; se incorporó a 45 más que tenían propiedades menores en Querapi, pero que habían optado por residir la mayoría del año en Arequipa y Moquegua.
“Legalmente Querapi no existe, la zona donde está asentada fue declarada de alto riesgo mediante una resolución regional y el poblado se declaró inhabitable. Las personas que regresaron a vivir allí deben entender que, en caso de una emergencia, no podremos salvarlas”, enfatizó Zapata.
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