La madrugada de este martes el volcán Ubinas registró su primera explosión volcánica, 12 días después de haberse reactivado. El estallido generó una columna de cenizas de hasta 5 km. sobre la cima del cráter, dispersándose a un radio de 10 kilómetros hacia el sur, sureste y este del volcán. El Instituto Geofísico del Perú (IGP) tiene reportes de la caída de cenizas sobre los poblados de Ubinas, Querapia, Chacoalla, Yunga, Lloque, Chojata, Matalaque y otros.
“Desde las 3:16 horas hasta las 9:00 horas de hoy registramos 16 explosiones con emisiones de cenizas constantes. A diferencia del proceso eruptivo de 2019, que inició el 19 julio, solo se registró tres explosiones, pero la intensidad fue mayor a lo que ocurrió hoy (martes). Esa vez alcanzó los 8 km. sobre el cráter y se dispersó a un radio de 250 km. las explosiones duraron tres meses, ahora no sabemos cuánto durará este proceso eruptivo, solo tenemos que estar preparados para el incremento de la actividad y estar listos para una evacuación”, explicó a El Comercio el vulcanólogo del IGP, José Del Carpio.
Las emisiones del volcán han afectado a 269 estudiantes, 60 docentes, dos auxiliares y seis servidores administrativos.
Una vez que se incrementen las señales sísmicas, haya explosiones más constantes, aumento de temperatura y anomalías de calor, mayores emisiones de cenizas, gases y energía, la institución recomendará la evacuación de la población que están asentadas cerca al volcán, por el momento se registra que el volcán tiene una actividad moderada.
-15 servicios educativos: seis inicial, cinco de primaria, dos de secundaria y dos institutos.
-Tres directores solicitaron suspensión de labores, pero la Dirección Regional de Educación no aceptó el pedido
Evacuación
Rocío Ramos es una pobladora del distrito de Ubinas que ha vivido distintos procesos eruptivos del volcán. Ella cuenta a El Comercio que las explosiones de ahora son muy seguidas, pero no son tan ruidosas como las del 2019. Dijo que todo el día ha estado cayendo cenizas, hay polvo por todo el lugar y el olor a combustible quemado es intenso. Han tenido que encerrar a los niños y adultos mayores como si estuvieran en pandemia. No salen ni al patio, solo salen de casa protegidos para algún asunto importante.
Ramos recuerda que en el 2019 recogieron cinco kilos por metro cuadrado de cenizas y teme que se repita ese escenario. Pese al riesgo, ella no desea ser evacuada y tampoco muchos de los pobladores quieren dejar sus viviendas. Algunos vecinos desean ser reasentados en las Pampas de Jaguay, donde fueron reubicados parte de los pobladores de Querapi, en el 2015. Pero son pocos.
“Ya hemos tenido la mala experiencia cuando nos llevaron a Anascapa, donde hemos dormido en carpas de plástico en tremendo frío y viento. Los niños paraban enfermos. Fue un caos tremendo. Ni siquiera había baño. Ahora, si bien han construido el albergue de Sirahuaya, que son módulos pequeños donde entra una cama, tampoco hay agua, desagua, ni luz. Entre morir allá o morir acá, la verdad uno prefiere morir en su casa”, dijo a este medio Rocío Ramos.
Ahora, si bien han construido el albergue de Sirahuaya, que son módulos pequeños donde entra una cama, tampoco hay agua, desagua, ni luz. Entre morir allá o morir acá, la verdad uno prefiere morir en su casa
Albergue inconcluso
Si el IGP recomienda en estos días la evacuación, las familias de Ubinas no cuentan con un lugar seguro para ser acogidos. El albergue de Sirahuaya no cuenta con los servicios básicos para recibir a las personas y estos no serán implementados en el corto tiempo. El subgerente de Gestión del Riesgo de Desastres del Gobierno Regional de Moquegua, Juan Paredes Urbiola, confirmó a El Comercio que culminar todo los trabajos en el recinto les demandará de tres a cuatro meses.
“Eso es lo que hemos recibido de la gestión pasada. Hubo desinterés de las autoridades anteriores porque tenían desde el 2019, 2020, 2021 y 2022 para implementarlo todo. Ahora que el volcán ha dado las primeras señales nosotros estamos complementando lo que ellos dejaron. Vamos a necesitar de 13 a 14 millones de soles, estamos esperando la declaratoria de emergencia para iniciar los trabajos, a través de fichas. Pero, así como está el albergue si puede recibir a las familias”, señaló Juan Paredes.
El funcionario confirmó que ya trasladaron al albergue de Sirahuaya 200 cajas de agua de 20 litros y 15 bladers de 2.000 litros de capacidad. Además, han asignado 5.000 mascarillas similares a las N-95 y lentes para los afectados. De acuerdo a su plan de contingencia brindarían apoyo a 1.500 personas de Ubinas, San Miguel, Escaha, Tomohaya, Huarina y otros, que serían movilizados al albergue.
Contenido sugerido
Contenido GEC