Las áreas naturales protegidas del Perú siguen dando muestra de su particularidad e idoneidad para albergar una variedad de animales, entre ellos, gran cantidad de mamíferos. Raros muchos de ellos, pero a la vez fascinantes. En un reciente estudio llevado a cabo por el investigador peruano Javier Barrio, junto a colaboradores de la División de Mastozoología del Centro de Ornitología y Biodiversidad (Corbidi), reveló que la especie Pudu mephistophiles, conocida como venado enano o sacha cabra, engloba en realidad a dos especies distintas.
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Este hallazgo fue el resultado de una serie de análisis morfológicos cualitativos y cuantitativos, así como de evaluaciones de la variación genética de este animal. Los primeros demostraron que los especímenes históricamente identificados como Pudu mephistopheles se separan en dos grupos bien diferenciados, conformados por especímenes registrados hacia el norte y sur de la depresión de Huancabamba respectivamente.
Asimismo, este hecho es respaldado por los análisis filogenéticos que muestran que existen diferencias relevantes entre dichos grupos. Mediante este estudio, se nombró Pudella mephistophila al grupo del norte y Pudella carlae al del sur. Esta última se convierte en la primera especie viviente de cérvido descrita en el siglo XXI y la primera del Nuevo Mundo en más de 60 años.
Según informó el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), organismo adscrito al Ministerio del Ambiente, esta especie es endémica del Perú y se encuentra registrada en 7 áreas naturales protegidas: el Parque Nacional del Río Abiseo, el Parque Nacional Yanachaga Chemillén, el Santuario Nacional Pampa Hermosa, el Santuario Nacional Cordillera del Colán, el Bosque de Protección Pui Pui, el Bosque de Protección Alto Mayo y la Reserva Comunal Chayu – Nain.
“Esta publicación científica data del primero de marzo de este año. Fueron tres los autores: uno es de Perú, y los otros de Brasil y Chile. Con este estudio lo que se ha hecho es dividir al Pudu mephistophiles en dos. La nueva especie es endémica del Perú y se separa de la otra a través de la depresión de Huancabamba, en Perú. La del norte, que llega hasta Ecuador y Colombia, ha quedado como Pudella mephistophila. Mientras que a la especie endémica del Perú le han puesto por nombre científico Pudella carlae y se distribuye en siete áreas naturales protegidas”, explicó Daniel Orizano, especialista de monitoreo del Parque Nacional Yanachaga Chemillén (PNYCH), a El Comercio.
¿Qué se sabe de esta nueva especie?
Los investigadores dedicaron varios años a estudiar al pudu, sobre todo genéticamente, detectando que las características morfológicas entre ambas especies son diferentes. Los rasgos mas distintivos son: la endémica es un poco mas grande, mas o menos 50 cm de altura; mientras que la norteña es más pequeña, llegando a medir entre 35 a 40 cm. La coloración también es diferente. La norteña es más oscura y la endémica es entre anaranjada y rojiza.
“No hay aun un estudio poblacional, es decir, no se sabe a ciencia cierto cuantos ejemplares hay. Esperamos que a partir de este estudio se investigue más a esta especie. En el Parque Nacional Yanachaga Chemillén tenemos registro de esta especie en varios sectores, a través de fotografías de cámaras trampa o por medio del avistamiento del personal guardaparque”, contó Orizano.
El especialista detalló también si bien hay pocos estudios sobre su vida natural, se sabe que se trata de un animal herbívoro y principalmente solitario. Solo se le ve acompañado cuando tiene alguna cría o en época de apareamiento. Por este motivo, señaló, está propenso a las amenazas en todo el rango de su distribución.
“Se sabe a través de sus heces y avistamientos que se alimentan principalmente de frutos, como viven en bosque por eso también se le ha puesto un nombre común, el pudu de las yungas peruanas, habita netamente en bosques nublados y raras veces se les ve en los pajonales o en las partes más altas. El estudio menciona que se distribuye desde los 1.800 hasta los 3.300 metros sobre el nivel del mar. Es bastante arisco, a la presencia humana huye”, detalló.
Amenazas y acciones de conservación
Se cree que su principal amenaza son las actividades humanas: la pérdida de su hábitat para los cultivos y la ganadería. “Aquí mismo en la zona de amortiguamiento del parque, por ejemplo, se ven chacras. Zonas con pendientes en los bosques nublados se están perdiendo, y esta situación se ve aún más fuera de las áreas protegidas. También se han reportado cacerías de este venado. Esas son las dos principales amenazas”, dijo Orizano.
El especialista sostuvo que la principal estrategia para proteger esta especie sería promover más investigaciones sobre su hábitat, comportamiento, biología y sobre todo el impacto que tienen las amenazas descritas sobre la especie.
“Otra de las estrategias es promover un sistema de monitoreo, se podría empezar por las áreas protegidas. Como Sernanp, otra actividad que estamos promoviendo aquí en el parque es la vigilancia y control, ya sea por medio del personal del área en conjunto o la alianza con la población local también, mediante los vigilantes locales o comunales”, indicó.
Orizano comentó, además, que se viene llevando a cabo un programa de educación ambiental en todo el ámbito del Parque Nacional Yanachaga Chemillén y que también se hace en las demás áreas naturales protegidas. Sin embargo, resaltó, se necesita fortalecer y hacer que sea más descentralizado.
“Otra estrategia importante es aumentar la conectividad entre las áreas protegidas, crear nuevas áreas complementarias, ya sean áreas de conservación privada, área de conservación regional o áreas de conservación ambiental que promueven los municipios. Estas cuatro estrategias podrían hacer que se conozca más a la especie y se conserven sus poblaciones y sus hábitats”, precisó Orizano.
Importancia de este hallazgo
Este nueva clasificación tiene una gran importancia ya que se trata de una especie endémica ya que se vana a focalizar y ampliar los esfuerzos científicos, de cuidado y protección, ya sea a través de reconocimiento como especies focales o sombrías.
“Yo creo que es importante para aumentar los esfuerzos en investigación, en promover estudios, en plantear estrategias para conservar sus poblaciones y su hábitat”, dijo.
-De las 7 áreas que menciona el estudio el Parque Nacional Yanachaga Chemillén sería una de las áreas que tiene mayor extensión: 122 mil hectáreas.
-Conserva a este especie y también a otras especies focales, como el oso de anteojos, el otorongo o jaguar, el puma, otras especies de cérvidos, como el venado rojo que se distribuye en la selva baja del parque. También está la taruca en la parte más alta. Y especies amenazadas de aves, como águilas, cracidos.
En tanto, agregó que el Parque Nacional Yanachaga Chemillén, con 150 especies de mamíferos reconocidos hasta la fecha, ya serían 10 endémicas, con esta nueva especie que se distribuye dentro del parque.
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