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Caserio Olivia Arévalo
Enrique Vera

A seis días del asesinato de la sabia indígena Olivia Arévalo, de 80 años, y el posterior linchamiento del ciudadano canadiense Sebastián Woodroffe, de 41, el asentamiento humano Victoria Gracia, ubicado en el centro poblado San Pablo de Tushmo, distrito de Yarinacochas (Pucallpa), donde ocurrieron ambos crímenes, casi se ha convertido en un pueblo fantasma.

La mayoría de las casas están deshabitadas y el colegio de educación inicial y primaria registra cada vez menos asistencia de alumnos.

Según constató este Diario, las dos únicas tiendas del caserío permanecen cerradas y los terrenos de cultivo tampoco son visitados para labores de riego, por ejemplo.

Desde que fueron perpetrados ambos homicidios hasta el lunes último, los únicos que recorrían las calles y chacras de Victoria Gracia, era el personal policial y fiscal a cargo de las pesquisas en torno a lo sucedido. En uno de estos desplazamientos, el miércoles fue hallada la motocicleta que habría utilizado el extranjero para intentar huir, presuntamente, luego de haber disparado dos veces contra Olivia Arévalo. El vehículo estaba entre la vegetación, a unos 150 metros del lugar donde fue enterrado el cadáver del canadiense.

Ayer, un grupo de shipibas, madres los pocos escolares que por estos días acuden al colegio de inicial y primaria, realizaron una olla común frente al plantel. Luego, participaron de una reunión vecinal donde tomaron la palabra junto con dirigentes de algunos caseríos interculturales próximos a Victoria Gracia. Las mujeres acusaron el temor que sienten de que la policía irrumpa en sus viviendas buscando a los responsables del ajusticiamiento comunal a Sebastian Woodroffe, por el supuesto asesinato que cometiera en contra de Olivia Arévalo.

“He venido con algunos vecinos de mi localidad para apoyarlas y para que se sientan respaldadas. Pero ya deben salir, pedir a sus esposos y familiares que regresen si saben que ellos son inocentes. No pueden seguir temerosas y escondidas. Hacemos un llamado a los que se han ido de Victoria Gracia para que retornen, sobre todo a los dirigentes”, dijo el presidente comunal del asentamiento humano Buenajeba, Filiberto Romayna.

Vecinos y líderes vecinales decidieron reunirse debido a que la policía no realizó este miércoles ninguna otra pesquisa en Victoria Gracia. Las investigaciones continúan para dar con el paradero de los dos acusados de haber encabezado el linchamiento de Woodroffe (el apu José Ramírez Rodríguez y Nicolás Mori Guimaraes).

En tanto, personal especializado en balística de la Oficina de Criminalística (Oficri) de la VI Macro Región Policial de Junín Pasco y Huancavelica culminó con las pruebas para determinar si fue Sebastián Woodroffe quien asesinó a Olivia Arévalo. Así lo informaron a El Comercio peritos que laboran en la referida dependencia policial. Sin embargo, ni uno de los especialistas dio mayores detalles acerca de los resultados.

El Comandante PNP Luis Antonio Loayza Miranda, jefe de Oficri, confirmó este miércoles a El Comercio que en los elementos que fueron analizados llegaron en dos sobres lacrados.

*Con la colaboración de Junior Meza 

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