El padre Ugo De Censi fue un sacerdote católico, que pertenecía a la Congregación Salesiana. La noche del último domingo, murió en Lima, donde venía recibiendo atenciones médicas debido a su ya debilitado estado de salud, pues ya tenía 94 años.
El religioso nació el 26 de enero de 1924, en Berbenno di Valtellina (Italia) y fue ordenado sacerdote salesiano el 8 de marzo de 1951. En 1965, conoció a un misionero de Brasil, quien le contó el sufrimiento de las poblaciones sudamericanas, sobre todo las ubicadas en la región brasileña del Mato Grosso. Como fiel devoto de San Juan Bosco, quien tuvo un gran amor por las actividades junto a los jóvenes, decidió tomar acción frente a esta situación.
En 1967, De Censi fundó la Operación Mato Grosso, un movimiento integrado, en su mayoría, por jóvenes italianos y que fue creado para ayudar a los más pobres de Perú, Brasil, Ecuador y Bolivia. Desde los años 70, partieron los primeros misioneros principalmente a pueblos alejados de los andes peruanos, donde realizan labores educativas-laborales, centradas en el arte en madera, piedra y la textilería, así como labores asistenciales en salud y alimentación.
Fue en 1976 que el sacerdote salesiano llega al Perú. El obispo de Huari, Dante Frasnelliy, lo designa párroco de la iglesia de Chacas, un pequeño pueblo de la región Áncash, ubicado a 3.400 metros de altura. De Censi se dejó conmover de las necesidades de los campesinos que ahí vivían, sobre todo por las brechas de desigualdad entre los habitantes. La mayoría de ellos abandonaban sus tierras para migrar a grandes ciudades en busca de mayores oportunidades.
Aquel entonces, Chacas pasó por un período de retroceso económico y demográfico debido al cierre de las dos empresas mineras más grandes del lugar. Por tal motivo, el padre Ugo acogió en su casa a los huérfanos y a los más pobres de esta localidad.
En 1978, contrató a un maestro restaurador cusqueño para que recomponga las piezas más dañadas del arte colonial de la iglesia de Chacas. El artesano le comunicó que el trabajo tardaría varios años. Debido a ello, De Censi decidió fundar una pequeña escuela de tallado para que los jóvenes de la localidad ayudaran con la restauración. Maestros expertos llegaron a Chacas desde Italia para enseñar gratuitamente el arte de la madera.
El religioso quedó gratamente sorprendido al notar la habilidad de los niños para el arte. Debido al éxito de este taller, que buscaba capacitar a estos jóvenes para desarrollar una profesión honesta, se fundaron otros centros en diferentes áreas, los cuales que ofrecían diferentes especialidades de trabajo.
Para evitar que los jóvenes migrasen a la ciudad luego de culminar el taller, en 1985 De Censi fundó la cooperativa “Familias de Artesanos Don Bosco”, que les ayuda a trabajar cerca de su tierra, a su gente y los valores que han adquirido en la escuela.
El clima que reina en este grupo de artesanos es propio de una familia. Los muebles hechos son el resultado de la aplicación de lo aprendido en varias clases de maestría, desde los primero años en el taller.
Gracias a ello y a diversas iniciativas productivas a cargo del padre y sus colaboradores, la población urbana de Chacas, que tenía 835 habitantes en 1980, se triplicó luego de veinte años. Además, la economía de la provincia se dinamizó, ayudando a la disminución de la pobreza extrema, la desnutrición y el analfabetismo.
Actualmente, el trabajo de los Artesanos Don Bosco es solicitado en Europa y Estados Unidos. Los talleres albergan alrededor de 200 jóvenes. El padre también creó escuelas solo para mujeres, que hoy en día albergan a 400 niñas, aproximadamente.
Debido a su delicado estado de salud en los últimos años, no podía permanecer en Chacas por períodos prolongados, por lo que se mudó a Lima, ciudad desde la que siguió trabajando y delegando las obras de la Operación Mato Grosso, dirigida sobre todo en los niños y jóvenes de Chimbote y Ñaña.
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