Juan Pablo León Almenara

Las en el Perú están tan vigentes como el fútbol o las apuestas deportivas. No es una práctica que se haya quedado allá en los años 90 como suele escucharse. Lo que las diferencia de los años anteriores es la sofisticada planificación que hay detrás estas prácticas ilegales ahora: aprovechando un complejo lenguaje de códigos, pasan desapercibidos para las autoridades en el entorno digital.

Para los usuarios que siguen el ‘game dog’ —el apelativo de los perros de pelea— este ‘deporte’ es actualmente mucho más rentable que antes, al poder estar conectado en tiempo real con criadores de otros países con los que pueden organizar eventos con apuestas que llegan a los 20 mil dólares de recompensa.

La evidencia desde dentro

Infiltrarse durante tres meses en los grupos de Whatsapp y redes sociales de criadores de perros de pelea de raza american pit bull terrier (APBT) han permitido comprobar la existencia de una enorme red implicada en la organización de peleas, venta de crías y exhibición de estos ejemplares en todo el mundo, con la participación de criadores peruanos involucrados en estas prácticas. En estos grupos de chats se comparten páginas web donde hay 440.832 perros registrados, 26.270 usuarios inscritos y 272.670 fotografías de estos ejemplares, algunos ensangrentados, pero la mayoría con orificios de heridas cerradas en la cara y las patas: marcas de batalla de un estilo de vida que ellos no eligieron.

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Esa web es una enorme base de datos mundial de los ‘game dogs’ con información de su rendimiento en batalla, la cantidad de encuentros que ha sobrevivido, el nombre del criadero donde es entrenado y, principalmente, datos sobre su ascendencia: aquí todos los perros que se promocionan tienen un árbol genealógico como evidencia de su reputación (entendiendo que las mafias detrás se dedican a producir nuevas camadas para engendrar a más perros de pelea e incrementar el negocio). Esa web es una especie de ‘pedigree’ para perros de combate, con información que les permite a los compradores y organizadores medir a los perros para llevar a cabo un enfrentamiento. Los códigos 1XW, 2XW, 3XW aluden a las peleas ganadas, según el lenguaje que utilizan sus promotores. Es decir, cuando los nombres de los perros están acompañados por siglas como 2XW significa que han ganado dos veces, 3XW tres veces, y así sucesivamente. Si hay siglas como 1XL, indica que han perdido una vez, y así con las demás combinaciones. Más adelante, en este mismo informe, se detalla otros 9 códigos que aluden al rendimiento de los perros de pelea.


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En esa base de datos destacan, en particular, una serie de ejemplares producidos en al menos seis criaderos de pitbulls en el Perú: Trujillo Pit Kennels, Pistolas Rebeldes, Pachacamac Kennel, J&J Peru Kennels, Caxamarca Peru Kennel y Arequipa Kennels.

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Mutilaciones, inyecciones de anabólicos, peleas con animales de carnada y otras crueles prácticas se realizan en Lima. Si este video no carga en su equipo a la primera, le recomendamos refrescar la página o volver a ingresar a ella.

está dentro de esa base de datos con perros registrados con fechas de nacimiento desde 1993 hasta actualizaciones de perros en el 2022. El más antiguo es un pitbull marrón de nombre Invicto, “el semental más influyente e importante de la década de los 90 y principios de los 2000 en Perú y Sudamérica. Será recordado como el único miembro del Salón de la Fama en Perú. Invicto murió a la edad de 14 años y siguió produciendo grandes bulldogs hasta entonces”.

Lo alarmante es que en el perfil de Invicto hay una lista de 41 perros de su descendencia, es decir, ha producido perros de pelea por décadas hasta hoy. El objetivo de estas páginas es la venta de crías con potencial para este cruel negocio.

Pistolas Rebeldes es un criadero de pit bulls que opera en Arequipa y luce sus ejemplares en varios portales web de pedigrees de perros de pelea. Además de mostrarse en la página , tiene, una página propia donde promociona nada menos que 5 machos y 6 hembras dedicados al ‘game dog’, además de tres cachorros y tres camadas. En este portal, abiertamente habla de su objetivo de “mantener la sangre de CH. Luigi 3XW” por medio de la crianza de “perros notables”. Las siglas CH, en el lenguaje de las peleas de perros, aluden al título “champion” (campeón) y se obtiene por haber ganado tres peleas contratadas y reportadas.

Los ejemplares de Pistolas Rebeldes también están en la web , que en su misma dirección web se describe como un portal dedicado el ‘gamedog’. Dentro, sus perros tienen descripciones vinculadas a este irregular negocio.

Lo mismo ocurre con Caxamarca Perú Kennels, como se revela en el perfil de Tajo, un perro de pelea actualmente en actividad. Este ejemplar ha sido obligado a pelear desde diciembre del 2019, como se muestra en esta captura de pantalla.

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Arequipa Kennels es otro criadero de pitbull cuyos ejemplares han tenido, incluso, peleas internacionales. Las últimas actualizaciones en la base de datos datan del 2022 y describen a Nerón, un pitbull negro de pelaje brillante cuyas fotos muestran sus heridas en la cara y las patas. En su descripción se narran sus “juegos” (games, que aluden a las peleas) realizados en Chile y Ecuador, así como los tiempos de lucha, su rendimiento y sus victorias. En el encabezado de la página lo describe como un “gamedog” 4XW, es decir, un perro que ha ganado cuatro batallas consecutivas.

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Una fuente de El Comercio vinculada a la cría de perros pit bull sostiene que una de estas webs () ha llegado a ser intervenida por el gobierno de los Estados Unidos en años anteriores, y pese a ello, sigue mostrando actividad reciente.

Por otro lado, este Diario tuvo comunicación con José Herrera, vocero de la Asociación Peruana de American Pit Bull Terrier, entidad reconocida por la American Dog Breeders Association (ADBA), el registro más amplio de American Pitbull Terrier que existe y asociación de criadores de perros con sede en los Estados Unidos. Herrera admite la existencia de esta red de personas que promueve las pelebas y promociona perros de pelea en estos portales web. “Nuestra asociación rechaza estas prácticas ilegales. Llama la atención que estos (criadores) se expongan de esa manera, es como los sicarios publicaran en sus redes a qué se dedican”.

Herrera, además, confirma que históricamente el Perú ha tenido una reputación importante al contar con perros de pelea reconocidos a nivel internacional. “Algunos dueños que publican los perfiles de sus perros (de pelea) aseguran que son descendientes de estos perros reconocidos históricamente, pero muchas veces no es así y realmente no lo son”.