Diego Suárez Bosleman

Hacía más de 10 años que decidió empacar sus cosas e irse al norte del Perú. Había sido diagnosticada con un cáncer aparentemente mortal. La poeta y periodista peruana comenzó a llevar una vida más natural, alejada del bullicio de la capital.

La enfermedad no le quitó la vida; lamentablemente, lo hizo un conductor imprudente que se dio a la fuga y no ha podido ser identificado hasta el cierre de esta edición. Bayly se convirtió en una víctima más de la imprudencia de los energúmenos que están al frente de un volante. Sin embargo, su muerte también expone una serie de problemas y limitaciones en la (PNP).

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Tragedia

El miércoles pasado, a las 9:00 a.m., Bayly salió de su casa, ubicada en la comunidad campesina de , , para montar bicicleta. Desde hacía tiempo recorría la misma ruta: se dirigía al norte, al control aduanero Carpitas, en , y luego retornaba a su hogar. Sin embargo, aproximadamente a las 11:00 a.m., un vehículo no identificado la atropelló y la dejó agonizando en el kilómetro 154 de la carretera Sullana-Tumbes.

De acuerdo con Czar Gutiérrez, colaborador de El Comercio y amigo de la poeta, un joven que repartía agua por la zona la vio, la reconoció y avisó al esposo de Bayly. Fue ingresada a la clínica Medical Center de Máncora con un diagnóstico de trauma encefalocraneano moderado-grave, por lo que se decidió llevarla a un centro de mayor complejidad en Piura. En el trayecto, ella falleció.

Respuesta policial

La comisaria de Cancas, en Tumbes, recibió el caso. Todavía no se tiene información exacta sobre el conductor que la arrolló ni del vehículo. “Los moradores del lugar indican que escucharon un vehículo impactar a la señora [Doris Bayly] cuando ella estaba haciendo su rutina normal de ciclismo. No hay una versión exacta de qué vehículo la impactó, comentó a este Diario José Luis Silva Camán, capitán de la comisaría de Cancas.

Doris Bayly fue parte del equipo de la revista "Somos". (Foto: Jaime Cisneros H./ Carlos Cuadros)
Doris Bayly fue parte del equipo de la revista "Somos". (Foto: Jaime Cisneros H./ Carlos Cuadros)

El oficial señaló que el primero en auxiliar a Bayly fue su esposo y que, al parecer, los centros médicos donde estuvo la poeta no habrían dado parte del hecho a la policía. Por ello –afirmó Silva Camán–, la policía se enteró del accidente por Internet unas seis horas después de ocurrido.

La policía toma conocimiento de estos hechos a raíz de una noticia policial publicada en un medio de las redes sociales, entre las 5:00 p.m. y 6:00 p.m. Debido a esa noticia se hacen las diligencias preliminares”, detalló el oficial.

Para Franklin Barreto, exjefe de investigación de accidentes de tránsito de la PNP, el hecho de que la policía se enterase del accidente tantas horas después revela un error en el mismo sistema de la seguridad vial.

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La policía no tiene una interconexión con los hospitales, con las clínicas, que son los primeros que atienden a cualquier tipo de lesionado. Llegamos a tal extremo que la comisaría se entera por una publicación en las redes sociales. No existe una comunicación entre aquel que atiende la emergencia y el que se encarga de investigarla. Esto, obviamente, no es ningún tipo de pretexto, ni para los centros médicos ni para la policía”, dijo Barreto.

Esta demora –explicó el especialista– puede, por ejemplo, hacer que posibles evidencias de un accidente de tráfico, como pedazos de retrovisor, se desplacen con el viento o se destruyan por el constante paso de vehículos en la carretera.

Otro punto importante, según Barreto, es que la legislación peruana y el modelo procesal penal son muy suaves para el que ocasiona un accidente de tráfico.

“Más le conviene al conductor fugarse. [...] La pena de ese delito es muy inferior a la que podría afrontar esa persona si fuera capturada en el momento de los hechos o si se entregara de forma voluntaria y asumiera un proceso en flagrancia. Si en algún momento llegan a ubicar a la persona y al vehículo que participaron en este hecho, ya no podrán aplicar la flagrancia; por lo tanto, esa persona va a enfrentar todo el proceso en libertad, y será requerida su prisión preventiva. Cuando todo esto se acalle, puede salir en libertad. Recuerde el caso del señor [Guillermo] Riera, que en el 2017 chocó con dos motos”, comentó Barreto.

Las investigaciones se mantienen, al igual que la esperanza de que las debilidades del mismo sistema peruano no compliquen la identificación y el castigo a este conductor irresponsable.

(Infografía: Raúl Rodríguez)
(Infografía: Raúl Rodríguez)

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