Los vecinos de La Unión conviven con desagües expuestos y malos olores, y por eso protestaron el último lunes, bloqueando las calles del distrito. (Foto: Ralph Zapata / El Comercio).
Los vecinos de La Unión conviven con desagües expuestos y malos olores, y por eso protestaron el último lunes, bloqueando las calles del distrito. (Foto: Ralph Zapata / El Comercio).
Ralph Zapata

Al ingresar a La Unión, llamada popularmente ‘el corazón del Bajo ’, lo primero que uno observa son enormes forados en sus pistas destartaladas, calles polvorientas, y más tarde enormes lagunas fétidas que ladean las casas de este distrito piurano, donde viven más de 40 mil personas. “Aquí convivimos con estas lagunas de , moscas, heces, el mal olor, aquí ya se han caído alumnos porque cerca hay un colegio”, dice impotente Edith castro Purizaca, una de las vecinas que el último lunes acató el paro en este distrito.

Los moradores de La Unión, cansados del constante colapso de los y de recibir agua turbia, salada y posiblemente contaminada, salieron a las calles el último lunes para exigirle al gobierno central que termine de inmediato la obra de agua y alcantarillado que comenzó hace ocho años y actualmente se encuentra paralizada.

El Comercio recorrió las calles de este distrito piurano y comprobó las insalubres condiciones en que viven más de 40 mil personas. Consuelo Bayona es otra de las vecinas del barrio San José que convive todos los días con malos olores y los peligros de que sus hijos caigan a las lagunas de desagües. La misma rabia e impotencia siente Francisco Santos Ipanaqué, quien tiene frente a su casa un aniego de aguas servidas.

Los moradores de La Unión, cansados del constante colapso de los desagües y de recibir agua turbia, salada y posiblemente contaminada, salieron a las calles el último lunes para exigirle al gobierno central que termine de inmediato la obra de agua y alcantarillado que comenzó hace ocho años y actualmente se encuentra paralizada. (Foto: Ralph Zapata).
Los moradores de La Unión, cansados del constante colapso de los desagües y de recibir agua turbia, salada y posiblemente contaminada, salieron a las calles el último lunes para exigirle al gobierno central que termine de inmediato la obra de agua y alcantarillado que comenzó hace ocho años y actualmente se encuentra paralizada. (Foto: Ralph Zapata).
El Comercio recorrió las calles de este distrito piurano y comprobó las insalubres condiciones en que viven más de 40 mil personas. (Foto: Ralph Zapata).
El Comercio recorrió las calles de este distrito piurano y comprobó las insalubres condiciones en que viven más de 40 mil personas. (Foto: Ralph Zapata).

Una obra interminable

A diario los vecinos de La Unión reciben el servicio de agua potable durante dos horas, pero se quejan de que el líquido elemento llega turbio, salado y quizás contaminado. La razón de ello es que el sistema de agua y alcantarillado colapsó hace 11 años. Por eso en aquella época el municipio distrital licitó una obra de S/ 18 millones que en la actualidad sigue paralizada.

Ese primer contrato fue firmado en noviembre del 2011 por la compañía Nevado-Salas Asociados SAC, encargada de la ejecución de obra, y la supervisión estuvo a cargo del ingeniero Wilmar Elera García, hoy candidato al Congreso de la República por Somos Perú e investigado por la Fiscalía por irregularidades en esta obra. El plazo de ejecución de aquel primer contrato era de un año. La unidad ejecutora fue la Municipalidad Distrital de La Unión.

A diario los vecinos de La Unión reciben el servicio de agua potable durante dos horas, pero se quejan de que el líquido elemento llega turbio, salado y quizás contaminado. (Foto: Ralph Zapata).
A diario los vecinos de La Unión reciben el servicio de agua potable durante dos horas, pero se quejan de que el líquido elemento llega turbio, salado y quizás contaminado. (Foto: Ralph Zapata).
El Ministerio de Vivienda asegura que se culminará a mediados del próximo año. Añadió que la demora en la entrega de los terrenos para el reservorio y la planta de tratamiento de agua generaron retrasos en la entrega de la obra. (Foto: Ralph Zapata).
El Ministerio de Vivienda asegura que se culminará a mediados del próximo año. Añadió que la demora en la entrega de los terrenos para el reservorio y la planta de tratamiento de agua generaron retrasos en la entrega de la obra. (Foto: Ralph Zapata).

Sin embargo, la contratista acusó deficiencias en el expediente técnico y por eso abandonó la obra. Los trabajos fueron retomados en 2014 por 4′337,335, a cargo del Consorcio San Luis, que también abandonó la obra tiempo después. Finalmente, desde mayo del 2018 el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento adjudicó el saldo de obra por 26′318,842 al consorcio Saneamiento Norte, conformado por Sigma SA Contratistas Generales, Jagui SAC y Xena EIRL. El plazo de ejecución es de 364 días calendario, que venció en mayo de este año.

A lo largo de esta última contratación la Contraloría General de la República advirtió una serie de presuntas irregularidades en la ejecución de obra, como partidas no ejecutadas, falta de profesionales clave por parte de la contratista, entre otros. Actualmente, según el portal de seguimiento de proyectos del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), esta obra presenta un avance de 63%.

El Ministerio de Vivienda asegura que se culminará a mediados del próximo año. Añadió que la demora en la entrega de los terrenos para el reservorio y la planta de tratamiento de agua generaron retrasos en la entrega de la obra. Mientras tanto, hasta los niños (tal como lo comprobó este Diario) están dispuestos a volver a cerrar las calles para exigir la calidad en el servicio básico de agua y alcantarillado.

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