Una protesta iniciada la mañana de ayer por unos 300 ronderos en el frontis de la comisaría de Huarmaca, en la provincia de Huancabamba (Piura), habría terminado con la muerte de un policía acusado de cobrar coimas.
Esta mañana fue hallado en un barranco de unos 200 metros el cadáver del suboficial PNP en Jean Paul Chafloque Dioses (31), quien ayer huyó de la dependencia policial donde trabajaba, luego de que integrantes de la Central Única de Rondas Campesinas de Huarmaca lo buscaran para ajusticiarlo junto a los agentes Segundo Páucar Morocho y Carlos Reto Sandoval. Ellos eran sindicados como los policías que habrían exigido S/. 700 a una propietaria de un bar para no formalizar contra ella una supuesta denuncia por el delito de trata de personas.
El cuerpo de la víctima presenta 16 hematomas -varios en la cabeza-, que serían consecuencia de una golpiza propinada por los ronderos, quienes finalmente lo habrían cercado en el caserío San José de Tunas. Pobladores del lugar hallaron entre sus pertenencia su arma de reglamento.
El cadáver del policía fue trasladado hoy a la morgue central de Piura. Hasta el momento no hay detenidos.
INTENTARON TOMAR COMISARÍA
Ayer cerca de 300 ronderos de la Central Única de Rondas Campesinas, liderados por Rodolfo Chinchay Parilla, llegaron hasta el frontis de la comisaria de Huarmaca exigiendo que les entreguen a los policías involucrados. Al recibir una negativa, los ronderos intentaron tomar la dependencia policial y retuvieron al brigadier PNP Carlos Dávila, quien se encontraba de turno.
Mientras tanto, otros tres agentes intentaron huir hacia Huancabamba para ponerse a buen recaudo. Sin embargo, un grupo de ronderos logró capturar a dos de ellos, a quienes les propinaron una golpiza para luego trasladarlos hasta la comisaría de la zona.
El jefe de la Dirección Territorial Policial de Piura, coronel, Walter Cárdenas, dijo a El Comercio que un contingente de 60 agentes de la Unidad de Servicios Especiales (USE) se encuentra brindando seguridad en la zona para evitar posibles ataques.
La esposa del policía asesinado, Sara Cruz Guaylupo, expresó que horas antes del ataque se comunicó con el agente para pedirle que llegue lo antes posible a Piura para celebrar las fiestas de fin de año. El suboficial deja a dos menores en la orfandad.