Las esperanzas de hallar con vida a la periodista Aleida Dávila se agotan cada día que pasa. Hoy se cumplieron 19 días desde que se perdió en las montañas de la provincia de Ayabaca, en Piura, junto con Orlando Pastrana y Segundo Tacure, todos trabajadores de la minera Río Blanco Copper. Hoy el equipo de socorristas formado por 8 policías y 16 comuneros retornó al poblado de Cabuyal [base de sus operaciones] sin haber podido hallar a los tres desaparecidos.
El comandante PNP Miguel Orozco, comisario de Ayabaca, dijo que el tiempo en la zona “está horrible”.
“Hemos llegado hasta la laguna Ocho, donde nos dijeron que podían estar (los trabajadores). Son condiciones muy difíciles, se sufre para llegar. No hemos hallado nada”, comentó.
Por su parte, el comunero Agustín Flores, morador del poblado de Ania, comentó sobre las difíciles condiciones que se viven en el páramo, en la laguna Ocho.
“Esta no es época para ingresar al páramo. Arriba el viento nos bota. Hemos llegado pero es difícil. Los policías se cansaron, y había que esperarlos. Volveremos a salir si nos llaman, previa asamblea”, dijo a El Comercio.
Los oficiales a cargo de la operación dijeron que esperarán nuevas órdenes para ver si vuelven a incursionar acompañados de los comuneros. Estos deberán acordarlo en una asamblea, mientras que los policías esperan su relevo, pues están hace más de 10 días en Ania y lucen muy exhaustos.
La última esperanza
Por ahora solo un equipo de 8 rescatistas, entre miembros de la FAP y personal contratado por Río Blanco, busca a Aleida y los otros dos desaparecidos. Son la última esperanza. Esta noche se informó que se hallaban a solo 600 metros de la zona marcada por Manuel Herrera, el único sobreviviente.
En tarde también volvió a Ania un equipo de rescatistas contratados por los familiares de los desaparecidos. Ellos son ex marines, encabezados por Iván Orellana, quien dijo que caminaron durante tres días, pero se toparon con paredes empinadas, lo que les obligó a regresar. Replantearán su estrategia y volverán a ingresar en los próximos días.
Sin provisiones
Varios policías que acampan en un colegio de Ania se quejaron de que no tenían provisiones ni un lugar adecuado donde dormir.
Además, dijeron que no cuentan con la vestimenta adecuada para volver a incursionar en el páramo. “Allá se necesitan ponchos resistentes al frío, y botas duras, para caminar en fango”, sostuvo uno de ellos.
Las autoridades policiales manejan el tema con mucha reserva, y se han negado a hablar con este Diario en varias oportunidades.