Las mafias asentadas en el norte del país siguen hallando nuevas formas de abastecerse de combustible. El Comercio constató que varias organizaciones criminales están perforando los oleoductos de las compañías petroleras que operan en Talara (Piura) para extraer crudo y refinarlo artesanalmente.
El refinamiento se hace en el bosque seco utilizando leña que proviene de algarrobos, una especie considerada vulnerable y que es protegida por el Estado.
El combustible finalmente es vendido en Talara a bandas dedicadas al narcotráfico y a la minería ilegal. De acuerdo con fuentes de inteligencia policial, esta actividad criminal se realiza por lo menos desde el 2010.
Solo en lo que va del año, la empresa petrolera Savia ha sufrido, por ejemplo, el robo de 989 barriles. La compañía hizo nueve denuncias al respecto en la comisaría de Talara Alta.
Según nuestras fuentes, al mes se producen en las refinerías clandestinas de Talara, unos 63.200 galones de petróleo (equivalente a unos 7 camiones cisterna). Esto por un valor aproximado de US$100 mil al mes.
Un representante de la empresa Sapet Development, que opera los lotes VI y VII en Talara (que prefirió no identificarse), contó a El Comercio que hace 2 años abandonaron una parte del oleoducto a su cargo debido al robo sistemático que sufrían, tanto de la estructura del ducto como del crudo.
“Eso ocasionaba derrames y pérdidas. Lo volvíamos a reemplazar, pero cinco veces seguidas era insostenible. Por eso hicimos un plan de abandono. Se gasta mucho en seguridad. Nos ganábamos multas y por eso abandonamos”, señaló.
—Modus operandi—
Según reportes de la policía, la extracción se hace en zonas cercanas a asentamientos humanos de Talara. Luego de cortar los ductos, se usan válvulas y mangueras para extraer el crudo. Después, este es vertido en bolsas y sacos que son transportados hasta los centros de acopio que hay en la ciudad.
Desde ahí el producto es llevado a zonas de bosque seco, como Quebrada Ancha o La Débora, donde es refinado de manera artesanal en cocinas o fábricas clandestinas con leña de algarrobo.
El producto final es vendido en puntos como los alrededores del Mercado Central o en los grifos informales apostados en las carreteras a Piura y a Paita. El petróleo puede comprarse en botellas de plástico a S/2 o S/3.
Una importante parte del combustible es adquirida por mineros ilegales que operan en la zona de Ayabaca, Suyo y Sapillica donde se extrae oro. Ellos utilizan el petróleo para sus retroexcavadoras, volquetes y taladros gigantes. El combustible también es adquirido por narcotraficantes de las zonas cercanas a la frontera con Ecuador (como Ayabaca y Huancabamba), quienes lo utilizan para el procesamiento de cocaína.
—Versión oficial—
Ante la consulta de El Comercio, la policía de Talara Alta minimizó el tema y aseguró que ya no se dan estos robos. No obstante, varias denuncias lo desmienten.
Hasta el cierre de esta edición, no fue posible comunicarnos con la fiscalía de Sullana, que es la encargada de investigar estos casos.
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#Piura: fiscalía pide 5 años de cárcel para rector de UNP (por @ralphzapata) https://t.co/RAHVwyx7Mc pic.twitter.com/K6UAuvsuR9
— Sociedad El Comercio (@sociedad_ECpe) 28 de noviembre de 2016
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