Presidente, mejor no creérsela, por Pedro Tenorio
Presidente, mejor no creérsela, por Pedro Tenorio
Pedro Tenorio

Un gran poeta decía que abril era “el mes más cruel”. Quizás lo sea para muchos, pero no para Pedro Pablo Kuczynski, quien ha visto reverdecer su aprobación como jefe de Estado en medio de la peor emergencia climática en años. El dato es importante porque debería servir de punto de partida para un nuevo relacionamiento suyo y de su gobierno con millones de peruanos que aún lo observan con desconfianza. Las cifras registradas por Ipsos son elocuentes, mas no –y escúchenlo bien, señores afines al Ejecutivo– definitivas.

PPK sube en un mes 11 puntos en aprobación (pasa de 32% a 43%), pero más importante: desciende 11 puntos porcentuales en su nivel de rechazo (de 58% en marzo a 47% en abril), lo que implica un trasvase rotundo a su favor. Es decir, quienes lo desaprobaban como gobernante no pasaron a engrosar el rubro “No responde”, sino que hoy expresan su adhesión como consecuencia de las acciones que mostró el Gobierno en las últimas semanas. La noticia es positiva para su administración, pero sobre todo para quienes miden las expectativas del país no solo en función de su potencial económico, sino de su estabilidad política. Como anticipáramos hace tres semanas, el Gobierno ganó un segundo aire. ¿Sabrá qué hacer con él?

A mí me preocupa la pasividad a la que están regresando PPK y buena parte de su Gabinete. La emergencia está siendo conjurada, mas la impericia del Ejecutivo para interactuar positivamente con el Congreso se mantiene (salvó la interpelación a Martín Vizcarra, pero vendrán otras). Además, pasado el verano y la temporada de lluvias es probable que se reactiven conflictos sociales, sobre todo los referidos al rechazo de actividades extractivas como la minería. Súmese a ello el difícil panorama económico. 

Kuczynski no la tiene fácil y debería ser consciente de ello. Recordemos que este presidente ya dilapidó sus primeros meses, aquellos en que arribó a Palacio de Gobierno con un respaldo popular superior al que le permitió ganar la elección (61% de aprobación versus 16% que no lo veía con buenos ojos), y sin embargo no tuvo la habilidad para tender puentes con el fujimorismo u otros sectores políticos. Asimismo, la agenda particular de muchos de sus parlamentarios (hoy 17) ponía piedras en su camino. Todo eso quedó enervado por la emergencia, pero podría reactivarse en breve. Lo mejor que puede hacer PPK es creerse aquella frase suya de que no gobierna para las encuestas y tomar el camino que debió emprender en agosto pasado. El combate a la delincuencia, la lucha contra la corrupción y la generación de empleo serán tres pilares sobre los que se le exigirán cuentas en breve. 

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