‘El July’ amenazaba a sus víctimas con una granada tipo piña, municiones de arma de fuego y otros objetos para que le paguen el dinero que él les entregaba bajo la modalidad extorsiva de los préstamos ‘gota a gota’ en Lima Sur. Este último 4 de abril, el hampón sindicado por la Policía Nacional del Perú (PNP) como integrante de la banda delictiva ‘Los malditos gotas de Villa María del Triunfo’, llegó hasta los exteriores de un pequeño puesto comercial en la planta baja de una vivienda, ubicada en VMT, gritando que mataría a una persona si no salía a pagarle. Al interior, una mujer de 43 años, identificada con las iniciales E. G. R. T., yacía aterrada ante la eventualidad de que el sujeto le hiciera daño.
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Julián David Paternina Meza (26), de nacionalidad extranjera, fue capturado por agentes policiales de la Brigada de Especializada Contra la Criminalidad Extranjera de la División de Investigación de Homicidios Dirincri PNP, tras ser alertados sobre el caso.
El perfil del extorsionador
El hampón, en su confesión, aclaró que lleva seis meses en el país y hace un tiempo lo habría captado una banda criminal para que ingrese al mundo del hampa. “Fue este año. Me acerqué a un pata porque no tenía dinero”, dijo alias ‘El July’.
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Además, aceptó que un “administrador” era quien le entregaba el dinero que luego repartía en los distritos de Surco, Surquillo, Villa María del Triunfo, San Juan -sin especificar qué jurisdicción exactamente- y Villa El Salvador. Los montos que le entregaban iban entre los S/ 10.000, S/ 500, S/ 400, entre otros que dependían “del negocio que tenga la persona”.
Durante una entrevista entre los agentes policiales y la víctima, la comerciante declaró que estaba sufriendo coacción y extorsión por parte de ‘El July’ y otras personas de nacionalidad extranjera tras haber solicitado un préstamo bajo la modalidad extorsiva del ‘gota a gota’ que ya había cancelado en su totalidad. No obstante, como los delincuentes contaban con sus datos, la estaban amenazando para que solicite otro. Ella no lo quería. Su negativa ocasionó que los criminales ejercieran violencia contra ella, generando daños materiales a su hogar. “Van a volar su domicilio y atentar contra la vida de su familia”, señaló, citando las advertencias que le hicieron los hampones.
“Estas personas, para someter a los excesivos cobros de intereses a personas naturales o jurídicas, definitivamente los amedrentan. Les dejan municiones, artefactos explosivos y una serie de misivas”
Jefe de la División de Investigación de Homicidios, coronel PNP Víctor Revoredo Farfán.
El jefe de la División de Investigación de Homicidios, Víctor Revoredo, resaltó que el hampón intervenido aceptó y narró en su confesión que cuando una persona no acepta pagar los intereses que la organización impone, inicia con la violencia.
Violencia sin límites ni censura
“La mayoría de los delincuentes tienen psicopatías. En el caso de extorsionadores; prestamistas usureros; agresores físicos y homicidas, lo que evidencian es tener una personalidad psicópata, es decir, son incapaces de sensibilizarse con el dolor o sufrimiento ajeno. Ellos no sienten compasión, son incapaces de sentir empatía en algún grado. Mayormente son narcisistas, ellos se anteponen y sienten que merecen estar mejor que el resto de personas”, declaró para El Comercio el exjefe de la Región Policial Callao y Nororiente, Cluber Aliaga Lodtmann.
El último eslabón en la cadena de amenazas y ataques que aplican los extorsionadores, es el homicidio por encargo, es decir, el sicariato. La semana pasada, el coronel Revoredo señaló en una entrevista que actualmente las bandas criminales extranjeras trabajan bajo dos líneas de acción para definir su hegemonía. Graban los asesinatos por encargo para dar cuenta a los líderes criminales que se ha cometido el acto y también se usa como archivo criminal para amenazar a sus nuevas víctimas.
“Esto es para que respetes el sistema”
Muestra de ello es que durante la última semana de marzo se registraron dos casos de sicariato en el norte del país. Ahí los hampones grabaron el crimen; mientras que los ejecutores disparaban a la víctima, decían la frase: “esto es para que respetes el sistema”. Según fuentes policiales de El Comercio, en ambos casos -que siguen en investigación- no se descartaría que sea un ajuste de cuentas por no haber cumplido con el pago del ‘gota a gota’.
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Los extorsionadores también dejan notas cerca a los cuerpos luego de perpetrar los asesinatos por encargo. En noviembre del año pasado, en el sur chico de Lima, tres hombres de nacionalidad colombiana que se dedicaban al ‘gota a gota’ fueron asesinados en distrito de Mala, en la provincia de Cañete. Cerca a ellos se encontró el mensaje: “Esto es para que todos los gotas respeten el sistema. Atte. Los Gallegos”.
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Tan solo de enero a noviembre del año 2022, a nivel nacional se registraron 45.794 denuncias por los delitos contra la vida, el cuerpo y la salud, según información del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). El Código Penal Peruano, en su actualización del año 2023, indica que este apartado incluye los delitos por homicidio simple, parricidio, homicidio calificado, sicariato, la conspiración y el ofrecimiento para el delito de sicariato, entre otros.
Una fuente de El Comercio, especialista en temas delictivos, destacó que actualmente estamos frente a un nuevo grupo de personas que tienen un perfil muy diferente al que antes se tenía registrado en el país. Estas se caracterizan por ejercer con facilidad la violencia para poder cuestionar a sus víctimas.
Resaltó que los tipos de extorsión también han evolucionado y el hecho que un sujeto se pare en un semáforo a amenazar para recibir dinero a cambio de no lastimar al conductor es algo que se debe identificar como una práctica extorsiva, mas no como un asalto.
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La tarde del miércoles 5 de abril, en el cruce de las avenidas Abancay con Grau, un hombre identificado como José Alberto Jirón, de nacionalidad venezolana, asesinó de una puñalada en el pecho a un joven conductor que transitaba por última vía mencionada junto a su familia. El sujeto que se dedicaba a limpiar carros, lo atacó luego que Gianmarco Caro Núñez, de 30 años, se negara a pagarle por un servicio de limpiaparabrisas que él no solicitó.
Ante la respuesta del conductor y una breve discusión entre ambas partes, Jirón sacó una tijera, se abalanzó sobre él y le quitó la vida. Luego caminó tranquilo, dejó el arma homicida en un muro de la Av. Grau y se fue como si no hubiera pasado nada. Testigos del hecho intentaron llevar al herido en su vehículo hasta el Hospital de Emergencias Grau, pero falleció debido a la gravedad de la herida.
El homicida fue capturado por la policía esa misma noche. Durante su confesión no se mostró arrepentido. Tal y como explicaron líneas arriba los especialistas, una nueva ola de extorsionadores tiene mayor predisposición para ejercer la violencia sin límites ni arrepentimiento de por medio.