La patrulla del Ejército llegó a Puno para reforzar la seguridad en la zona, pero que se vio obligada a cruzar el río Ilave. (GEC)
La patrulla del Ejército llegó a Puno para reforzar la seguridad en la zona, pero que se vio obligada a cruzar el río Ilave. (GEC)
Redacción EC

Los deudos de los seis miembros del Servicio Militar que fallecieron el fin de semana en el río Ilave, , recibirán una pensión vitalicia equivalente a la remuneración de un suboficial de tercera del Ejército del Perú.

“A los beneficiarios de nuestros valerosos cabos y soldados fallecidos también les corresponderá un monto de más de 76 mil soles por concepto de seguro de vida, así como una bonificación por subsidio póstumo que asciende a 2 mil 700 soles”, señala el comunicado del Ministerio de Defensa.

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Los miembros del Ejército Franz Canaza Cahuaya, Alex Quispe Serrano, Elvis Pari Quiso, soldado Elias Lupaca Inquilla, Percy Castillo Pongo y Carlos Quispe Montalico, fallecieron ahogados en el río Ilave. Ellos formaban parte de la patrulla que llegó a Puno para reforzar la seguridad en la zona, pero que se vio obligada a cruzar el afluente.

El despacho del Ministro de Defensa dispuso agilizar los trámites destinados al otorgamiento de los mencionados beneficios, así como el acompañamiento permanente y asesoramiento correspondiente a los deudos.

Por su parte, la Comandancia General del Ejército ha trasladado a Puno a un equipo del Comando de Personal que se encargará de llevar a cabo los procedimientos administrativos de manera expedita.

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“No teníamos escapatoria”

Un video grabado en un cuartel de revela el testimonio de los miembros de la patrulla. La imágenes muestran a los soldados cubiertos con frazadas narrando que una turba de vándalos los atacó con piedras, por lo que tuvieron que cruzar el río.

“El motivo por el que cruzamos el río fue que no teníamos escapatoria para ningún lado, eran un aproximado de 800 a 900 personas que, prácticamente, nos rodearon. Nos empezaron a tirar piedras. Ahí empezamos a cruzar el río. Esa era la única salida que teníamos para salvar nuestras vidas, tanto de oficiales, de la tropa y de los técnicos”, contó uno de los soldados

Para cruzar el río intentaron hacer una “cadena humana”. Sin embargo, la violencia de la turba provocó que se soltaran y varios fueran jalados por la corriente. “Insistieron en tirarnos piedras (…), empezaron los insultos. Y ahí fue donde nos separamos las cadenas, los que estábamos pasando y a la tropa la corriente se los llevó y ahí empezaron a ahogarse”, indicó el cabo del Ejército.

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