La objeción que presentaría Bolivia a la postulación de la fiesta de la Virgen de la Candelaria como Patrimonio Cultural de la Humanidad, porque el Perú utiliza un baile típico del Altiplano, provocó la respuesta del presidente regional de Puno, Mauricio Rodríguez, y de la directora de Patrimonio Inmaterial del Ministerio de Cultura, Soledad Mujica.
Ambos aseveraron que Pablo Groux, ministro de Cultura de Bolivia, está equivocado al afirmar que el Perú intenta apropiarse de La Diablada, solo por incluir imágenes de danzantes en su solicitud ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (Unesco).
“No pretendemos reivindicar la propiedad cultural de determinadas danzas, sino únicamente la festividad de la Candelaria”, dijo Rodríguez.
En diálogo con El Comercio, Mujica aseveró que el expediente de la Candelaria precisa que la declaración de patrimonio sería para “una fiesta litúrgica, con antecedentes de cosmovisión andina y vinculada a las comunidades aimara y quechua”, en la que no se mencionan danzas ni música alguna.
“Hay mucho patrimonio en el Altiplano que se comparte entre los pueblos. Los aimaras y los quechuas convivían mucho antes de que Bolivia y el Perú separaran sus territorios”, afirmó.
De acuerdo con Rodríguez, quien también preside el comité a cargo de la postulación, el expediente fue trabajado a lo largo de dos años. Se prevé que la Unesco informe si aprobó la solicitud en los próximos 15 días.
PROTESTAN BAILANDO
Ajenos a esta explicación, vecinos y autoridades de la localidad de Oruro (Bolivia), cercana a Puno, protestaron contra la supuesta usurpación de la diablada bailando esta danza en la Plaza de Armas de La Paz.
“Es un ultraje a nuestro patrimonio. Respetamos lo que pretenden, pero no que incluyan en su video nuestras danzas y nuestra música”, dijo la alcaldesa de Oruro, Rossío Pimentel.
Según explicó, el carnaval de Oruro, que se remonta oficialmente a 1904 y es reconocido desde el 2003 como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la misma Unesco, tiene como baile principal a la diablada. Ello –agregó la funcionaria– haría inviable que otra festividad con el mismo rango la incluya como uno de sus distintivos.
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