Lengua de los uros
Lengua de los uros
Oscar Paz Campuzano

‘Qhas qut zuñi hani hiwata’ significa en uro que los hombres del lago no han muerto. Es una forma de expresar en una lengua que se creyó extinta que el idioma y las costumbres de este pueblo flotante del Titicaca siguen presentes.

Un estudio sobre las lenguas originarias del Perú, hecho en el 2012 para el Ministerio de Educación (Minedu), identificó 37 lenguas desaparecidas. El uro era una de ellas.

Se extinguió –o al menos así se creía– porque estas comunidades que viven de la pesca, recolección de huevos y caza de aves viajaban en balsas de totora desde sus islas en el lago Titicaca hasta las penínsulas Capachica y Chucuito para hacer trueque por habas, trigo, papa y otros alimentos. Los agricultores de las penínsulas hablaban quechua y aimara. En esos viajes de intercambio, el uro se transformó en una mezcla de tres idiomas.

El profesor Julio Vilca es un poblador uro que desde el 2001 investiga la lengua de sus ancestros. “Comencé a viajar a Bolivia donde hay tres asentamientos uro. Allá han avanzado mucho con apoyo del gobierno. Ya tienen hasta libros para enseñar uro en las escuelas”, cuenta y saca de su maleta un ejemplar.

Luego de varios años de investigación, de reuniones con maestros de Bolivia y de conversar con los pobladores más antiguos de las islas del Titicaca, Vilca empezó a separar las palabras uro de las quechua y aimara.

Walakas (hola), xaskinkama (hasta luego), ana (no), jisa (sí), ancha sparakis (muchas gracias), islo (una especie de pato), challwa (una especie de pez), tutura (totora) son algunos vocablos que Vilca encontró. Ya hay más de 200 identificados. Ya es posible conversar en uro.

Al ser el único maestro capaz de enseñar esta lengua originaria, el centro poblado de Los Uros lo contrató para enseñar a los niños de las escuelas flotantes a hablar en su propio idioma. Entonces, durante más de un año, el profesor Julio Vilca navegó en el Titicaca con una balsa a motor. Así llegó hasta las aulas más remotas.

“Los niños sí saben palabras uro, pero piensan que están hablando aimara. Yo les enseñé los números, a saludar, los nombres de peces, los colores, las partes de cuerpo. Se divierten mucho”, cuenta Vilca.

Él solo enseñó hasta abril del 2017: el centro poblado de Los Uros no pudo seguir financiado las clases porque no le alcanza con los S/ 5.400 mensuales que le transfiere la Municipalidad Provincial de Puno. Ese dinero sirve, básicamente, para mantener el Registro Civil de Los Uros y para el sueldo de una secretaria, un administrador, un asesor externo y dos trabajadores que en lancha sacan la basura del lago.

Lengua de los uros
Lengua de los uros
¿Qué idioma hablas? "Aymara", responden los niños. Según las investigaciones de Vilca y el Ministerio de Cultura, en las islas usan para comunicarse una mezcla del uro, el quechua y el aymara. (Foto: Óscar Paz)
¿Qué idioma hablas? "Aymara", responden los niños. Según las investigaciones de Vilca y el Ministerio de Cultura, en las islas usan para comunicarse una mezcla del uro, el quechua y el aymara. (Foto: Óscar Paz)
Uros Puno
Uros Puno

-Lucha por la subsistencia-

El Ministerio de Cultura (MC) recibió en el 2015 una solicitud para recuperar la lengua ancestral de las islas del altiplano. La carta la firmó Rita Suaña, la alcaldesa de este pueblo.

El uro se dejó de hablar como tal en 1929, asegura el lingüista Gerardo García, de la Dirección de Lenguas Indígenas, del MC. Esta información se conoce, dice el especialista, gracias a escritos que hizo el etnólogo y políglota alemán Walter Lehmann (1878-1939).

“Hay poca documentación sobre este idioma, pero los uros son un pueblo lacustre y muchas palabras de su lengua forman parte de su entorno: en los tipos de totora, frutos, alimentos típicos de la isla, en los peces, en el nombre de los lugares, etc. Tienen una diversidad léxica impresionante”, explica García.

Tanto la alcaldesa Suaña como el profesor Vilca han pedido al Ministerio de Educación (Minedu) habilitar plazas para la enseñanza del uro en Puno.

Sin embargo, esto no ocurrirá hasta que la Dirección General de Educación Intercultural, Bilingüe y Rural, del Minedu, normalice la lengua. Esto implica oficializar el alfabeto, diseñar libros y materiales, entre otros proceso. Todo está regulado en la Ley de Lenguas Originarias (Ley N°29735).

En enero del 2018, el Gobierno dispuso recuperar este idioma lacustre y declaró a los uros como un pueblo originario, indígena y ancestral de nuestro país. Seis meses después, especialistas del Minedu visitaron las islas del lago Titicaca para investigar el uso actual de la lengua. Se está buscando a hablantes que ayuden a construir el alfabeto.

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