Cada hora, los centros de emergencia mujer (CEM) atienden 15 casos de violencia en el Perú. Se trata de espacios donde se da ayuda especializada y gratuita a las víctimas y a sus hijos. Ahí reciben apoyo psicológico, social y legal. Pero, sobre todo, los CEM son lugares donde las afectadas pueden sentirse respaldadas.
Esto se refleja, por ejemplo, en los resultados del Informe de la Supervisión Nacional a los CEM 2018 de la Defensoría del Pueblo. El 81% de la población encuestada [386 mujeres que usaron este servicio este año] dijo que la información que les dieron en los CEM fue muy clara. Según el documento, esto “fortalece la calidad del servicio y contribuye a que las usuarias construyan expectativas reales con relación a su denuncia”.
En la misma línea, la mayoría (55%) consideró que la atención que recibieron fue buena. El 34% la valoró como muy buena y un 11% opinó que fue regular.
—Buenos indicadores—
El trabajo articulado de los CEM se observa, sobre todo, en aquellos 93 –de los 339 que hay– ubicados en las comisarías del país. Según el informe de la defensoría, las comisarías son la primera institución a la que acuden las víctimas en busca de ayuda.
Para el defensor del Pueblo, Walter Gutiérrez, los CEM que funcionan en comisarías son los que deben ser potenciados. “De aquí en adelante, todos los CEM que se creen deberían estar en las comisarías”, planteó en charla con este Diario.
Se ha determinado que hay mayor voluntad de trabajo para la atención cuando ambas dependencias (la comisaría y el CEM) están en un solo espacio. “[Esto ocurre] porque hay una respuesta del Estado integrada”, añadió el defensor.
—Por fortalecer—
La mayoría de comisarías donde hay CEM aplica la ficha de valoración del riesgo a las mujeres que denuncian violencia y tiene un registro de víctimas con medidas de protección.
Sin embargo, aún no se han hecho las modificaciones necesarias en las instalaciones ni se ha designado un presupuesto adicional, sostiene el informe de la defensoría. “Falta difusión, pero también
falta fortalecimiento dentro de las comisarías porque los CEM que están ahí se pusieron sin mayor presupuesto”, alertó Gutiérrez.
Al respecto, la ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), Ana María Mendieta, contó a El Comercio que cuando empezaron los CEM, estos se implementaron en locales municipales, lugares con horarios definidos, pero esto varió a partir del 2017. “La estrategia fue [instalarlos en] comisarías porque no solo funcionan las 24 horas, sino que están en el mismo lugar donde la víctima denuncia. Con eso, le facilitas el proceso de denuncia y ruta para acceder a justicia”, comentó Mendieta.
De acuerdo con el informe, se debe contar con más CEM que atiendan las 24 horas durante siete días (24/7), ya que la violencia contra la mujer es una violación de derechos fundamentales “que no se limita a un horario de oficina”.
La titular del MIMP estimó que al 2021 se tendrán en total 250 CEM en comisarías del país: “Lo presupuestado para el 2019 son 50 CEM más, pero si podemos apalancar mayores recursos, vamos con esa
estrategia”.
—Difícil control—
El informe también revela que de las 44.983 medidas de protección solicitadas por mujeres víctimas de violencia en lo que va del año, solo se concedieron 296, es decir el 1%. “Cuarenta y cuatro mil medidas de protección es [una cantidad] inviable, es muy difícil controlarlas. La respuesta tiene que ir por el lado de la prevención”, opinó Gutiérrez.
A propósito, la ministra Mendieta cuestionó que el Poder Judicial y la fiscalía no apliquen los criterios para sancionar de manera ejemplar la violencia. “Asesoramos, pero nosotros no somos los encargados de administrar justicia”, dijo.
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