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Para cuando el conductor de un semi tráiler que transporta un total de 100 cocinas se percata de lo que estaba sucediendo, ya era tarde. Por el espejo del retrovisor observó cómo la tolva de una camioneta ubicada detrás de su vehículo iba recibiendo de uno en uno los electrodomésticos, los cuales eran lanzados por un sujeto que se había trepado a la parte trasera de la unidad tras forzar la cerradura de la bodega.
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Mientras avanza por la Panamericana Sur, a la altura del sector de Jahuay, en Chincha (Ica), el conductor del pesado vehículo intenta acelerar para frustrar de alguna manera el robo, sin embargo, se ve impedido de avanzar al darse cuenta que metros más allá otra camioneta se había colocado de tal forma que le bloqueaba el paso.
En tanto esta situación continúa, el conductor del semi tráiler se mantiene en vilo, con innegable temor y sin poder hacer nada, ya que es muy probable que los delincuentes esté armados. Solo opta por disminuir un poco la velocidad para evitar chocar con las camionetas y observar con impotencia por uno de los espejos laterales cómo su mercadería le es arrebatada con total descaro.
Una vez que ya no quedan más cocinas que robar, el sujeto que se había trepado al camión regresa a una de las camionetas. Acto seguido ambos vehículos se alejan del semi tráiler y emprenden la huida En los casi 15 a 20 minutos en que se desarrolló todo este abordaje, los pocos vehículos que pasan por el tramo solo atinan a esquivar la escena y seguir su camino. Y es que parece que se ha convertido en una costumbre esta clase de asaltos a tráilers en las carreteras del sur del país.
El objetivo de estas bandas delictivas es claro: obligar a los conductores con amenazas a dejarse robar. Incluso, en algunos casos, se ha reportado que los delincuentes portan armas al momento del atraco. Además, obligan a los choferes a ir una menor velocidad de la permitida en carreteras, con el fin de que les sea más fácil hacerse con la mercadería y fugar.
Pese a ser una modalidad que ya se ha reportado anteriormente, parece ser que ha aumentado la frecuencia con que se perpetra, sobre todo en la Panamericana Sur, lo que está causando preocupación entre la población y gremios del transporte. Esto se puede notar en los diversos videos captados por testigos presenciales de los robos, quienes narran con miedo el preciso instante del asalto.
Denuncias sobre esta modalidad de robo
Algunos de estos grupos de “patinadores”, tal y como son conocidos debido a la modalidad que utilizan para robar, ya tienes varios atracos en su historial. El pasado 19 de agosto, agentes detuvieron a una banda que hacía de las suyas en la carretera Panamericana Sur. Uno de sus robos fue perpetrado contra un tráiler que trasladaba 140 cajas de aceite de cocina.
El chofer del vehículo no se percató del hecho hasta que llegó al distrito de San Clemente, en Pisco. Hasta la comisaría de la zona llegó el conductor Edwin Taype Macedo (30), quien denunció que había salido ayer desde Lima con destino a la ciudad de Tacna cuando fue asaltado por los ‘patinadores’, quienes en pleno movimiento se hicieron de la mercadería.
Según declaró, el robo se habría producido a la altura del kilómetro 220 de la Panamericana Sur. Fue otro vehículo el que le avisó que la puerta posterior del tráiler que conducía se encontraba abierta, lo que lo obligó a detenerse y luego comprobar que había sido víctima de robo durante el trayecto.
Asimismo, una operación policial llevada a cabo en marzo del año pasado, de madrugada, por parte de la Área de Investigación Criminal Nasca, logró la captura de los integrantes de la banda delictiva conocida como “Los Patinadores de Chincha o del Ciclón Yaku-Sur”. La banda se había especializado en el robo de mercancías de alto valor en pleno movimiento de los vehículos.
La detención se produjo en flagrancia del delito cuando los efectivos policiales detuvieron a tres integrantes. Ellos habían perpetrado un hurto agravado de mercancías de alto valor, específicamente repuestos de vehículos, a bordo de un vehículo preparado para la ocasión. El hecho ocurrió en el kilómetro 461 de la Panamericana Sur, en Nasca.
¿Impunidad en carreteras?
Martín Ojeda, director del Consejo Nacional de Transportes Terrestres y representante de las empresas de carga, precisó a El Comercio que diversos gremios ya han denunciado este tipo de hechos delincuenciales en innumerables ocasiones, sin embargo, señaló que lamentablemente la Policía de Carreteras no tiene la logística suficiente para poder patrullar ni cautelar varios kilómetros de carreteras.
“Los vehículos que utilizan estas bandas los hunden en la parte de la tapa del motor para poder tener estabilidad al momento de acercarse y pegarse al camión. Tras colocarse detrás, un integrante se trepa al vehículo pesado y abre la bodega tras romper las estibas de seguridad. Inmediatamente después comienza a tirar al carro de la banda la mercadería que encuentra. En algunos casos los objetos son tirados a la pista para que luego sean recogidos por otros integrantes”, detalló.
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Ojeda precisó que no solo son camiones las unidades asaltadas, aunque sí las más comunes. También ha habido casos de robos bajo la misma modalidad a buses del transporte interprovincial. La única diferencia es que las camionetas de los delincuentes, en vez de acercarse por detrás, lo hacen por el costado, donde se ubican las bodegas en estos tipos de vehículos.
En la mayoría de los casos, el experto dijo que el total de delincuentes que participan en los saltos asciende a 4 o 5. Además, añadió que esta modalidad se está presentando también en gran medida en el Norte Chico, entre Huacho y Barranca.
“Esto se debe a que la situación de inseguridad en el transporte ha aumentado. Prácticamente ya es pan de cada día. Pese a que venimos denunciando estos hechos parece ser que las autoridades hacen oídos sordos. Tal es la situación de impunidad que los “patinadores” son cada vez más avezados: atacan con armas e incluso secuestran camiones”, indicó Ojeda.
El especialista sostuvo que la Policía de Carreteras es parte fundamental de la actividad económica del transporte porque nos da seguridad, pero lamentablemente, no por culpa de ellos, sino por falta de apoyo presupuestal, no tiene las unidades necesarias para viabilizar una mejor protección.
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“La situación está llegando a un punto increíble donde estamos extorsionados. Estos delincuentes saben de las falencias de la policía. Hay sitios en carreteras donde no entra ni siquiera señal de teléfono. Aparte, cabe decir que estos delincuentes utilizan bloqueadores de GPS”, resaltó.
Ojeda opinó que pareciera que estas bandas delictivas tuvieran información, en mucho de los casos, de los productos que son trasladados.
El Comercio pidió información a la policía sobre estos últimos atracos. Sin embargo, hasta el cierre de este informe no hubo respuesta.
