No se puede bajar la guardia: Puntos claves sobre la viruela del mono y la cuarta ola de COVID-19

La confirmación del primer caso de viruela del mono o símica en el Perú ha coincidido con el anuncio del inicio de la cuarta ola del COVID-19. De acuerdo al doctor Elmer Huerta, el arribo de este virus significaría una carga más para el Ministerio de Salud (Minsa), puesto que deberá no solo vigilar el aumento de las infecciones por coronavirus, sino también el desarrollo de esta otra enfermedad.

Una potencial ayuda

La viruela del mono llegó a inicios de mayo de este año a América Latina. Argentina, Brasil, Venezuela y Chile han reportado casos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se han registrado más de 2.000 casos en 42 países donde el virus no es endémico.

Varios estudios han demostrado que la eficacia de la vacunación contra la viruela humana en la prevención de la viruela del mono es de alrededor del 85%. Es decir, esta vacuna puede hacer que la viruela símica sea más leve.

Especialistas consultados por El Comercio opinan que las personas mayores de 45 años, que durante su infancia recibieron la vacuna contra la viruela humana (la cual fue distribuida por última vez en el país en 1980, según el Colegio Médico del Perú), estarían protegidas ante la viruela del mono. Sin embargo, esto no significaría que deban evitar las medidas de prevención recomendadas por el Minsa.

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Huerta señaló que se verá la efectividad de la vacunación previa con la ya desaparecida vacuna de la viruela humana, cuando se comiencen a registrar los casos por edades y sus características.

Por su parte, el jefe del Instituto Nacional de Salud (INS), Víctor Suárez, declaró que la vacuna de la viruela humana puede proteger de cierta manera contra la símica. Cabe resaltar que ya existe una vacuna específica para la viruela del mono, aunque su producción es limitada, comentó Suárez.

No obstante, el especialista destacó que no existe una recomendación activa de inoculación para toda la población, únicamente para los contactos de los casos positivos para evitar el contagio, así como para el personal de salud que trata directamente con los pacientes y las poblaciones de riesgo.

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Además, resaltó que se ha activado la alerta epidemiológica para evitar que se desaté una cadena de transmisión de la viruela del mono y los casos incrementen. “Se está trabajando para que se identifiquen a los casos sospechosos. Esta enfermedad se transmite por contacto directo con la piel afectada de otras personas o por vía aérea cuando se mantiene contacto por un tiempo muy prolongado”, explicó.

El vocero del INS comentó que, en el caso de pacientes con viruela del mono que necesiten ser hospitalizados, pueden acudir a los hospitales Dos de Mayo, Carrión, Villa El Salvador, el de Ate y el de Cayetano Heredia. “Sabemos que esta enfermedad tiene el potencial de ser letal; sin embargo, los casos que se han presentado hasta ahora en Europa y Norte América, no han causado defunciones, pero igual estamos preparados ante cualquier situación”, manifestó.

Impacto de la ola

Según Huerta, a pesar de que el país ya entró a una cuarta ola de COVID-19, no sería necesario el regreso a la cuarentena preventiva como medida sanitaria.

“No, el confinamiento ya pasó a la historia. Yo creo que, sobre todo en el Perú, no sería bueno. El único país que está usando este método es China porque ellos viven bajo un régimen dictatorial vertical”, sostuvo.

Para el decano del Colegio Médico del Perú, Raúl Urquizo, es necesario que las medidas de prevención contra el COVID-19 se fortalezcan, para así evitar una cuarta ola intensa.

Destacó que las personas que no cuentan con vacunas son las más propensas a enfermarse de gravedad, transmitir el virus a otras personas y fallecer. “Sobre todo, si estas personas tienen una comorbilidad como diabetes, hipertensión u obesidad, su riesgo de fallecer es alto”, señaló.

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Respecto a las acciones inmediatas, Suárez manifestó que por el momento, desde el Minsa, no se tiene contemplado modificar las medidas sanitarias actuales, y el uso facultativo de la mascarilla en espacios abiertos seguirá con normalidad. Además, indicó que los hospitales se encuentran preparados con áreas de cuidados intensivos (UCI) ante cualquier eventualidad.

“En el caso de camas UCI, contamos con más de 3.200 disponibles para atender a los potenciales casos severos que se pudieran presentar y más de 40 mil camas hospitalarias para casos moderados que necesiten hospitalización”, finalizó.