El Poder Judicial condenó a cadena perpetua a Amílcar Hidalgo del Águila por haber violado a dos niñas de seis y siete años de edad en el caserío San Juan Salado, perteneciente al distrito de San José de Sisa, departamento de San Martín.
El depravado abusó de las menores aprovechando que sus padres le pedían las cuide mientras ellos salían a trabajar.
Fue Maritza Pilar Cuadros Suclla, fiscal provincial de la Fiscalía Provincial Penal de la Provincia El Dorado, quien demostró la culpabilidad del anciano.
Las violaciones fueron denunciadas en noviembre del año 2010, pero el sujeto fugó del caserío. Recién cuatro años después fue capturado por la Policía Nacional del Perú.
Desde la clandestinidad, Hidalgo intentó convencer a la familia de las menores ultrajadas para que retiren la denuncie, cosa que finalmente logró en la fase del juicio oral.
No obstante, el Ministerio Público llegó probó los delitos y logró que la Sala Penal dicte esta sentencia.