Luego de tres semanas de audiencias en el Vaticano, este sábado se aprobó el documento final de la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la Región Panamazónica, la reunión convocada a inicios de octubre por el papa Francisco a fin de plantear alternativas para enfrentar las amenazas ambientales y sociales en los países de la Amazonía.
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En este texto, validado en una votación en la que participaron 181 obispos, se incluyen 120 propuestas y reflexiones para lograr una transformación de la Iglesia Católica en los ámbitos pastoral, cultural, ecológico y sinodal (con participación y diálogo). Este informe será estudiado por el Papa hasta fin de año, quien luego determinará la forma en que se implementarán estas ideas.
Uno de los puntos más llamativos incluidos en el documento final del sínodo es la propuesta para que la Iglesia “elabore criterios y disposiciones” con el propósito de ordenar como sacerdotes a hombres casados en la región amazónica. Según el texto, esto se plantea ante las dificultades que tienen muchas comunidades para acceder a la eucaristía.
La propuesta contempla que la ordenación sea enfocada en “hombres idóneos y reconocidos de la comunidad” que, “pudiendo tener familia legítimamente constituida y estable”, sean además diáconos permanentes. Los diáconos permanentes, dentro de la estructura de la Iglesia, son personas que han sido ordenadas para asistir a los obispos. Ellos pueden hacer algunas celebraciones, pero no celebrar misa; también confesar o dar todos los sacramentos a los fieles. Actualmente, los diáconos permanentes pueden ser casados y con hijos, pero no pueden llegar a ser sacerdotes.
El cardenal Michael Czerny, secretario especial del sínodo, indicó que durante las sesiones algunos participantes se pronunciaron para que este asunto se vea de forma universal y no solo en una región específica.
—Papel de la mujer—
Otra propuesta es impulsar el rol de la mujer en la estructura de la Iglesia Católica. “Es necesario que ella asuma con mayor fuerza su liderazgo en el seno de la Iglesia, y que esta lo reconozca y promueva, reforzando su participación en los consejos pastorales y diócesis, o incluso en instancias de gobierno”, indica el documento.
Además, se propone que las mujeres, adecuadamente formadas y preparadas, puedan asumir los ministerios de lectorado (leer la palabra de Dios en la misa) y el acolitado (ayudar al diácono y al sacerdote en el altar), funciones a las que actualmente no puede acceder.
También, se menciona que, debido al papel fundamental que cumplen las religiosas y laicas en la Amazonía, durante varias intervenciones en la asamblea “se solicitó el diaconado permanente para la mujer”. Por ello, se plantea discutir estas conclusiones en la comisión especial creada por el Papa para ver los temas de la participación femenina en la iglesia.
“En muchas de las comunidades de la Amazonía las mujeres son las que dirigen la comunidad, son coordinadoras o catequistas y sentimos los pastores que hay un vacío en el reconocimiento de la mujer. El varón sí tiene reconocida institucionalmente su ministerialidad dentro de la Iglesia”, explicó David Martínez, obispo de Puerto Maldonado y secretario especial del sínodo. Agregó que esta propuesta es un llamado a “institucionalizar” las funciones que ya cumplen muchas religiosas en la Amazonía.
—Reacciones—
Juan Bytton, teólogo y sacerdote jesuita, indicó a El Comercio que lo aprobado por el sínodo, respecto del pedido de ordenar sacerdotes a hombres casados en zonas alejadas de la Amazonía, servirá para que se abran nuevos caminos a la Iglesia.
“Es una señal de que el Papa va a considerar [este tema] para sus reflexiones. Es muy importante lo que ha pasado, porque se abre la puerta a una posibilidad, la cual sin duda hay que seguir analizándola. Yo estoy convencido de que debería ser así”, sostuvo.