Tacna. El conservador Donal Gutiérrez, de la Dirección de Gestión de Monumentos del Ministerio de Cultura, inició, junto a la arqueóloga Bertha Flores, la evaluación del deterioro que presentan las milenarias pinturas rupestres de las cuevas de Toquepala.
Ingrid Cafferata, jefa de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Tacna (DDC), precisó que los trabajos concluirán con una propuesta de defensa, protección y restauración del sitio, que fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación en el 2004.
Las pinturas rupestres de Toquepala son dibujos de hombres y animales hechos por el hombre hace casi 10 mil años, y han sufrido deterioro debido al excremento de murciélagos y aves que ingresan a la cueva, y como consecuencia de la erosión eólica.
Ni bien ingresó a las cuevas el pasado jueves, Gutiérrez explicó que lo primero que se debe evaluar es la posibilidad de hacer un trabajo de conservación. “Hay que plantear hacer una evaluación de las características de la roca, teniendo en cuenta que es difícil tocar las pinturas”, refirió el experto, quien no descartó la posibilidad de pedir apoyo a geólogos de la minera Southern Perú, que opera en la zona, para que realicen un estudio de las piedras, dentro y fuera de las cuevas.
Gutiérrez planteó además la necesidad de instalar paravientos que reduzcan el efecto que tienen las fuertes brisas que soplan en la zona.
La propuesta inicial deberá estar terminada en aproximadamente 15 días; con esta información, la Dirección Desconcentrada de Cultura de Tacna tendrá que conseguir financiamiento para llevar a cabo los trabajos que serán sugeridos.
En las cuevas no se realizan trabajos de protección o conservación desde fines de los años 70, cuando el entonces Instituto Nacional de Cultura, con apoyo de la minera, instaló rejas de protección para evitar que ellas sean dañadas por el hombre. Las rejas permiten que las pinturas solo sean observadas desde el exterior.
EN LA HISTORIA
Las pinturas rupestres de Toquepala fueron descubiertas a fines de los años 50 por trabajadores que realizaban el tendido de postes de alta tensión para la minera Southern Perú, cuyo campamento se encuentra a 13 km.