La carretera Piura - Chiclayo, a la altura del peaje de Bayóvar, es desde hace mucho la principal ruta de tráfico ilegal de madera. Ante esta situación, la Administración Técnica Forestal y de Fauna Silvestre (ATFF) implementó días atrás un puesto de control en este tramo, donde un especialista vigila y revisa las guías de remisión de los transportistas.
“Este puesto permitirá controlar los vehículos procedentes del norte, nororiente, centro y sur del país hacia el puerto de Paita, y hacia Tumbes y Ecuador”, dijo Rafael Velásquez Campos, jefe de la ATFF-Piura.
Sin embargo, según diversos especialistas se requiere la instalación de al menos cuatro puestos de control. Estos deberían estar ubicados en las zonas de mayor tráfico de madera: el km 64 (Piura-Chulucanas), la carretera Panamericana en dirección a Chiclayo, la vía Piura-Talara y el distrito de Marcavelica (Sullana). Por aquí se trafican especies como romerillo, algarrobo, zapote, palo santo, guayacán, gualtaco y charán.
Alarmante falta de recursos
De acuerdo al mapa de Zonificación Económica y Ecológica (ZEE) de Piura, esta región pierde 29 mil hectáreas de bosques al año, y en los últimos 20 años ha perdido 580.000 hectáreas (el 27% del total de bosques de la región).
Talara, Ayabaca, Huancabamba y Morropón son algunas de las provincias donde la deforestación es mayor, ya sea para producir carbón (que luego es vendido a pollerías del norte del país, e incluso de Lima) o para fines agrícolas.
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