El 19 de marzo del 2013 y el 21 de marzo del 2015, un avión con un radar no tripulado de la NASA sobrevoló las Líneas de Nasca con fines científicos. En ambos vuelos, se tomaron cientos de fotografías en alta definición que, entre otros hallazgos, evidenciaron el daño causado en la zona presuntamente por la ONG ambientalista Greenpeace en diciembre del 2014. Hoy, en mérito a un convenio internacional, toda esa información ha pasado al Ministerio de Cultura.
Juan Pablo de Puente, viceministro de Patrimonio Cultural, explicó a El Comercio que el análisis de las imágenes –a cargo de Cultural Site Research and Management (CSRM), organización que trabaja en convenio con la NASA– marcará un avance respecto al cuidado y conservación de esta zona que cuenta con el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad.
“Será muy útil para el descubrimiento de nuevos geoglifos. Además, contribuirá a poder informar a tiempo al gobierno regional o la policía sobre actividades ilícitas que podrían realizarse en la zona, como minería ilegal o el trazo de un camino clandestino”, dijo.
Prueba. Esta es una de las imágenes captadas por avión de la NASA. Las manchas negras demuestran el área dañada cerca del colibrí.
Aunque este convenio solo se enfoca en el análisis de las imágenes que el proyecto Radar de Apertura Sintética de Vehículo Aéreo No Tripulado (Uavasar) realizó en las pampas de Nasca y Palpa, el viceministro Pablo de la Puente informó que evalúan la aplicación de estas y otras tecnologías en zonas protegidas.
Se podrían tener imágenes de Machu Picchu tomadas por drones. La tecnología permite quitar la capa de selva de las imágenes e identificar monumentos hechos en piedra, añadió el viceministro.
Bruce Chapman, científico del Jet Propulsion Laboratory de la NASA y encargado del proyecto, explicó que esta tecnología permite captar con todo detalle los daños que pasan desapercibidos en imágenes satelitales con menor resolución.
“En el caso de las Líneas de Nasca, tuvimos que realizar una calibración especial en el radar para que las imágenes detecten si hay zonas que se han removido, sea por actividad humana o natural”, indicó Chapman.
El Caso Greenpeace
Una de las imágenes cedidas por la NASA al Gobierno Peruano, a la que accedió este Diario, muestra unas manchas negras en torno a la figura del colibrí, la misma zona donde la ONG ambientalista Greenpeace realizó una protesta en diciembre del 2014 y por la que fue denunciada civilmente por daños contra el Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Chapman explicó que las manchas que aparecen en la fotografía son evidencias de que hubo remoción de tierra o piedras en ese lugar. “Cualquier cambio en un área como esta es sinónimo de un daño irremediable”, añadió.