Ya ha pasado una semana desde que alrededor de 130 miembros de la comunidad de Fuerabamba, distrito de Chalhuahuacho, ingresaran a las instalaciones de la minera MMG Las Bambas (Apurímac) para protestar por un supuesto incumplimiento de compromisos.
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Los comuneros permanecen en el lugar en carpas e incluso algunos han hecho construcciones rústicas con adobe. Debido a esto, la empresa paralizó su producción de cobre desde ayer.
No es la primera vez que ocurre algo así en la zona del corredor minero del sur. Esta vía ha sido escenario de múltiples conflictos entre las comunidades, el gobierno y las empresas en los últimos 15 años. Sin embargo, la tensión aumentó en el 2016, cuando el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) aprobó un decreto para convertir esta red en una vía nacional e inició el saneamiento de los terrenos comunales sobre el corredor minero. A la fecha, varias comunidades reclaman el pago por las tierras o, caso contrario, que se las devuelvan.
Lo cierto es que el gobierno no ha podido resolver hasta el momento los conflictos en la vía que recorre las principales operaciones mineras en el sur del país.
En diálogo con El Comercio, el periodista y analista político Iván Arenas sostuvo que existe una total dejadez del Estado en la búsqueda de soluciones a los conflictos a lo largo del corredor minero. “El Gobierno les ha entregado a los dirigentes de las comunidades el principio de autoridad. Son ellos quienes imponen el orden. Eso hace que haya un desgobierno en la zona”, señaló.
Arenas resaltó que la zona de Chumbivilcas “votó abrumadoramente por el presidente Pedro Castillo”. Explicó que este sería uno de los motivos por los que el actual gobierno no se decide del todo a actuar firmemente en la zona de conflicto, “pues perdería su bastión electoral”.
Solo el año pasado, el entonces presidente del Consejo de Ministros Guido Bellido viajó seis veces al corredor minero para atender las demandas de las comunidades de Apurímac y Cusco. Aquellas mesas de diálogo solo quedaron en treguas, mas no en soluciones definitivas.
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El analista político Jeffrey Radzinsky, director del Grupo Fides Perú, dijo que Bellido evidenció una “torpe soberbia” al afirmar que el conflicto se había solucionado, pues semanas después este recrudeció. Destacó también la poca capacidad de gestión de este y los últimos gobiernos para solucionar conflictos. “Hay un problema nacional con una pésima gestión de los conflictos por el Estado. A ello se suma el poco liderazgo que tienen las autoridades locales para llegar a acuerdos”, agregó.
Al cierre de esta edición, se supo que los comuneros que permanecen en Las Bambas no llegaron a un acuerdo con el ministro de Energía y Minas, Carlos Palacios, quien llegó a la zona para dialogar.
Minera responde
MMG Las Bambas aseguró a este Diario que ha cumplido los compromisos con Fuerabamba y que ha entregado al gobierno las evidencias que lo acreditan. “Tanto el gobierno como nosotros hemos convocado reiteradamente a la comunidad de Fuerabamba para revisar el estado de cumplimiento de los compromisos, solicitudes que no han sido respondidas. Por el contrario, han emprendido esta medida de fuerza”, dijo.
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Más protestas
De acuerdo a la Defensoría del Pueblo, a lo largo del corredor minero del sur hay 16 puntos donde existen conflictos “activos” de tipo socioambiental. Estos se encuentran en Apurímac (6) y Cusco (10). Asimismo, también da cuenta de la presencia de un conflicto en estado “latente”.
Vale precisar que se denomina conflicto social activo a aquel expresado por alguna de las partes o por terceros a través de demandas públicas, formales o informales. En tanto, el conflicto social latente es el que no es expresado públicamente, permanece oculto, silencioso o inactivo.