Natalia Molina

Gran impacto ha causado el anuncio del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) sobre la proliferación del llamado caracol gigante africano en varios puntos del país. Conversamos al respecto con el ingeniero Ricardo Solano Morales, especialista en plagas emergentes de esta institución, quien nos dio alcances sobre el origen de esta plaga, sus implicancias, así como las recomendaciones que debemos tener en cuenta para cuidar nuestra salud.

La llegada del caracol africano al Perú
El primer reporte oficial que se tiene del caracol gigante africano en nuestro país se emitió el año 2012. “A partir de entonces se implementó un sistema de evaluación y de control de la plaga. No es que haya aparecido ayer ni hoy día”, explicó el especialista.

El caracol fue traído de África primero como mascota y como producto de alimentación humana por su alto porcentaje de carne. Sin embargo, productores caseros en el distrito de San Ramón, en Chanchamayo, tuvieron problemas para contener su reproducción, por lo que lo soltaron en jardines y parques.

Esto, junto a condiciones climáticas favorables, permitió la expansión de la especie según explicó el especialista en sanidad vegetal. Pese a su proliferación, este caracol ya no es usado como un producto comestible. “Actualmente, dada la concientización que se realizó entre los moradores de la selva central, ya no se consume como alimento”, dijo.


Los hábitos del caracol
Los alimentos favoritos de esta especie son materiales en descomposición, es decir, come basura. Aunque también se alimenta de plantas, prefiere las excretas o los desperdicios.

¿Solo hay dos tipos de caracoles? Básicamente podemos dividir los caracoles en el Perú en dos conjuntos. El primero, el conjunto determinado por los caracoles nativos, que son en cierta forma inocuos, y el segundo, compuesto por el caracol gigante africano.

Esta es una de sus diferencias con el caracol nativo, aparte del mayor tamaño. Aunque no se recomienda el consumo de ningún tipo de alimento que no haya pasado por un proceso de crianza o de producción, hay que tener especial cuidado con el caracol gigante africano pues “tiene una alta capacidad parasitaria que podría transmitir al consumidor”. Según el especialista, ni siquiera se debería tener contacto con este molusco.

El Niño costero
El clima cálido de El Niño costero, particularmente en la zona norte del país, cerca al Ecuador, favorece la reproducción del caracol gigante africano, que “prefiere un clima tropical”, según dijo Solano Morales.

Aunque un clima más seco no favorece la reproducción del caracol gigante africano, hay que evitar trasladarlos a otras regiones, advirtió el ingeniero del Senasa.

¿Qué males podría generar?
El caracol gigante africano vive en ecosistemas similares a los de las cucarachas o roedores, advirtió el especialista. Esto lo convierte en trasmisor de enfermedades por ser portadora de parásitos.

Finalmente, Solano Morales recordó que es importante limpiar bien los alimentos, pues el caracol podría haber pasado por los mismos, dejando un rastro de baba contaminado. El especialista expresó además que la limpieza de nuestros hogares es importante para bajar la densidad de los caracoles.

¿Cómo reconocerlos y exterminarlos?
Aunque el tamaño promedio es diferente - el caracol gigante africano puede medir 20 centímetros -, la principal forma de reconocer al molusco es por el borde de su caparazón, que parece que hubiera sido partido. “En un caracol nativo se ve el borde continuo; en el caso del caracol africano, el borde es trunco”, expresó Solano Morales.

¿Qué debemos hacer si encontramos un caracol gigante africano? La forma de matar a los caracoles es por deshidratación, es decir, sumergiéndolos en agua con sal. Una vez muertos, deben ser desechados o enterrados.

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