En la foto de perfil de Facebook aparece una adolescente dándole un beso a la cámara. Viste una prenda diminuta. Debajo de la imagen se lee un aviso: “Trabajo de medio tiempo, masajista, anfitriona, sin experiencia, buen físico, pasajes, alojamiento, absoluta discreción”. Si uno la ‘agrega’, brinda un número de teléfono para hablar por Whatsapp. En ese chat cuenta que en realidad se llama Luis, tiene 25 años y ofrece S/200 por hora para ser dama de compañía. Menciona un requisito indispensable: ser menor de edad.
Esta modalidad empleada por las mafias de tratantes para captar a adolescentes y luego explotarlas sexualmente no es novedad. Entre enero y agosto de este año, de las 1.668 personas que llamaron a la línea 1818 (creada por el Ministerio del Interior) y dijeron ser víctimas de trata de personas, 267 habían sido captadas a través de redes sociales. “Las engañan con las falsas ofertas de empleo, las seducen y terminan amenazándolas para que cumplan”, explica Miguel Huerta Barrón, director general para la Seguridad Democrática de dicho ministerio.
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La Pampa, una zona liberada para la trata de personas (VIDEO) ► https://t.co/u2ZqmlB3oN pic.twitter.com/xsjWmq9Cff
— El Comercio (@elcomercio) 22 de septiembre de 2016