(Foto: Antonio Álvarez / El Comercio)
(Foto: Antonio Álvarez / El Comercio)

Dayibeth, de 7 años, es una niña de Maracaibo que dejó Venezuela acompañada de su madre y hermano. Llegaron al puesto de control fronterizo de Zarumilla, en Tumbes, el pasado 25 de agosto.

Ella forma parte de los 300 niños que han sido atendidos, hasta el momento, por la ONG Plan Internacional y Unicef mediante su programa Plan de la Alegría, que han implementado en el Centro Binacional de Atención Fronteriza (Cebaf) de Tumbes.

La niña narró a El Comercio su largo periplo desde Maracaibo. Voceros de Plan Internacional dijeron que los niños migrantes llegan a la frontera bastante estresados por la travesía de cruzar tres países.

Escucha aquí, en la voz de los niños que también forman parte del éxodo migratorio venezolano, cómo viven este complicado proceso de salir de su país junto a sus familias.

-Los niños y el albergue-

El defensor del Pueblo de Tumbes, Abel Chiroque, dijo que su despacho ha atendido hasta ahora a 65 niños que no podían ingresar al país porque carecían de pasaporte. Con sus gestiones logró solucionar este problema.

"También hay 6 niños que permanecen en el centro de refugio Medalla Milagrosa de Zarumilla. Hay un caso de un niño solo, cuyos papás están en Venezuela", agregó Chiroque.

A la fecha, más de 414 mil venezolanos han ingresado a Perú. Diversos especialistas coincidieron en que los niños migrantes son una población muy vulnerable, al igual que los adultos mayores.

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