(Foto: Dante Piaggio/ El Comercio)
(Foto: Dante Piaggio/ El Comercio)
Redacción EC

Durante la mañana de ayer, los restos del ciudadano canadiense Sebastian Woodroffe fueron trasladados vía aérea desde Pucallpa hacia Lima para repatriarlos a su país de origen.

El extranjero fue linchado en Ucayali la semana pasada, luego de ser
sindicado por la población como el asesino de Olivia Arévalo, de la etnia shipibo-konibo.

–Hallazgo de moto–

Asimismo, peritos de la Policía Nacional y el Ministerio Público hallaron una moto que pertenecería a Woodroffe, a solo 160 metros del lugar donde fue encontrado su cadáver. El vehículo estaba
desmantelado y mal enterrado en la zona.

Trascendió que las autoridades asumen con mayor fuerza la hipótesis de que el móvil del crimen de Arévalo era una deuda de US$1.000.

Según se supo, el canadiense habría pagado ese monto al hijo de la lideresa, Julián Vásquez Arévalo, para unas sesiones de ayahuasca que nunca se realizaron.

-Más datos-

Se esperan los resultados de la prueba de absorción atómica que se realizó al cadáver de Woodroffe, para determinar si efectivamente
disparó contra Arévalo. La prueba se envió a Huancayo para su análisis.

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