Un fallecido y un herido: todo lo que se sabe sobre la avioneta que cayó en Pucallpa

José Manuel Mendoza y Wiedler Eberli Rudolf despegaron del aeropuerto internacional David Abensur de Pucallpa a las diez de la mañana del domingo 29. El vuelo debía durar menos de dos horas hasta el pueblo fronterizo de Breu, en el distrito de Yurúa, provincia de Atalaya, a unos 240 kilómetros de la capital ucayalina. Cuatro horas luego, la avioneta monomotor Pilatus Porter PC-6 con matrícula OB-1600, de la empresa AeroAndino, fue declarada como perdida por la Corporación Peruana de Aeronáutica Civil (Corpac). Unas seis horas luego, la Fuerza Aérea del Perú (FAP) reportó que las labores de búsqueda y rescate fueron suspendidas por malas condiciones meteorológicas.

“Era un vuelo de transporte de carga. Durante la aproximación, unos cinco kilómetros antes de Breu, el clima originó que la aeronave se venga abajo”, contó a medios regionales el alcalde provincial de Atalaya, Francisco Mendoza. Su hijo, José Manuel Mendoza, era el copiloto de la nave siniestrada. El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) alertó la presencia de lluvias de moderada intensidad, descargas eléctricas y ráfagas de viento superiores a los 45 kilómetros por hora para el 28 y 29 de octubre. Actualmente, hay una alerta adicional que amplía el aviso de condiciones hasta el 1 de noviembre.

Cuando los brigadistas llegaron al lugar del siniestro en la madrugada del lunes, encontraron la aeronave destruida. Rudolf Wiedler Eberli, piloto de la avioneta y gerente administrativo de Aero Andino Survey S.A.C., fue encontrado sin vida. “[Wiedler] era un piloto con mucha experiencia. Muy querido y muy conocido en la región Ucayali, sobre todo por la labor social que realizaba. [Tenía] mucha experiencia en vuelos en este tipo de aviones”, contó a El Comercio el mayor general FAP Gino Rengifo, encargado de la búsqueda y rescate de la avioneta.

José Manuel Mendoza se salvó pese al grave impacto que destruyó la nave. “El capitán agarró los controles y dijo ‘yo lo tengo’ y me dijo ‘prepárate’”, narró el joven copiloto al grupo de efectivos que fueron en su ayuda. Fue atendido en el lugar por personal militar, de la Fuerza Aérea del Perú y de la Policía Nacional del Perú, según confirmó el general Rengifo. Al cierre de esta edición, permanecen a la espera de un equipo que permita su evacuación desde el lugar de los hechos. “Tenemos una brigada desplazándose al lugar del accidente para asistir al herido y custodiar al piloto hasta que podamos determinar la llegada del helicóptero para realizar el procedimiento de extracción”, sostuvo el aeronáutico.

“Es un procedimiento que tiene que planearse, tiene que coordinarse estrechamente con el personal que principalmente opera en tierra debido a la espesura de la selva. Los árboles que son bastante altos, estamos hablando de 40 a 50 metros de altura, entonces el helicóptero tiene que tener un área acondicionada temporalmente para poder hacer una aproximación y una extracción segura”, relató.

“Una vez la aeronave perdió contacto, se activó el sistema de búsqueda y rescate. [Si bien] identificamos la posición de la aeronave, lamentablemente, debido a las condiciones meteorológicas adversas, no [logramos] continuar con el desarrollo de las operaciones para concluir el rescate de los pasajeros”, señaló el general Rengifo.

“Las condiciones meteorológicas definitivamente no eran las más adecuadas para poder realizar operaciones aéreas. En tal sentido, teníamos un avión trimotor para desplazarlo desde la ciudad de Iquitos a Pucallpa y sumarse al equipo de búsqueda y rescate. También teníamos un helicóptero que tenía que venir del Vraem, pero lamentablemente no pudo cruzar por malas condiciones. De verdad que las condiciones estaban bastante complicadas el día de ayer”, destacó

Si bien algunos medios locales divulgaron que la nave había sido encontrada en territorio brasilero, el general de la Fuerza Aérea desmintió esto. “[La nave] está en territorio peruano, aproximadamente a cuatro kilómetros y medio de la localidad de Yurúa. Para una aeronave, cuatro kilómetros y medio, prácticamente, es una fase de aproximación y aterrizaje”, explicó Rengifo. El entrevistado destacó que las causas del accidente son aún desconocidas y serán aclaradas luego de una investigación.