Vraem: narcoterroristas pugnan por escalar posiciones bajo el mando del cabecilla ‘José'

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Suena a chiste, pero se refería al día en que fue capturado Óscar Ramírez Durand, el sanguinario ‘Feliciano’, quien sucedió a Abimael Guzmán a la cabeza de Sendero Luminoso; con ‘Feliciano’ tras las rejas, fue ‘José’ quien asumió el mando.

Líneas más abajo, Quispe Palomino escribió: “Desde julio de 1999, quien genera confianza, esperanza y alegría en el pueblo es el Militarizado Partido Comunista del Perú…”.

Más allá de su delirante representación de los hechos, ‘José’ en cierta forma admite que ahora es distinto el papel que cumplen los terroristas que operan en el Vraem. Por lo menos en los últimos 20 años, el Militarizado Partido Comunista del Perú (MPCP) se ha posicionado como un brazo armado del narcotráfico.

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La prueba más reciente es el asesinato de siete policías en Natividad, un distrito de Pichari, quienes fueron emboscados cuando se desplazaban en una camioneta. Según fuentes policiales consultadas por este Diario, parte de esa patrulla había participado en recientes incautaciones de cocaína.

Está claro que el ataque fue una respuesta del narcotráfico a través del MPCP. Lo que no está del todo confirmado es qué integrante del grupo terrorista dirigió el ataque, y cómo ese detalle puede significar una nueva etapa en la lucha contra el narcoterrorismo.

Escuela del terror

Alejandro Borda Casafranca, una vez que se incorporó a Sendero, en 1983, fue cambiando de sobrenombres: ‘Michel’, luego ‘Santiago’ y, años después, ‘Alipio’. También fue cambiando de posición y, por su habilidad y sangre fría para organizar y ejecutar ataques y emboscadas, ascendió como mando militar senderista. Un perfil elaborado tiempo atrás por psicólogos y forenses establecía en él una personalidad “fuerte, enérgica, agresiva y autoritaria”.

Desde 1999, la fecha que ‘José’ aludió en sus panfletos, ‘Alipio’ fue su mano derecha y, entre otras funciones, tenía la de adiestrar a los senderistas más jóvenes, incluso los niños, en el ejercicio de atacar causando la mayor cantidad de daño posible.

‘Alipio’ era el terrorista más temido de esa zona, hasta que fue abatido tras un paciente trabajo de inteligencia militar y policial en el 2013.

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En estos diez años transcurridos, varios cuadros del MPCP han pugnado por ascender posiciones. ‘José’ necesita a alguien que cubra ese vacío, y mejor aún si tiene edad plena para atacar y huir. Es decir, en algún terrorista medianamente joven.

Dos de los pupilos de ‘Alipio’ fueron ‘Carlos’ y ‘Chato Mendoza’, los sospechosos de haber dirigido el ataque reciente en Natividad. Aunque el general José Zavala, jefe de la Dircote, ha deslizado la posibilidad de que el responsable sea ‘Carlos’, las fuentes militares y policiales que este Diario consultó refieren que ‘Chato Mendoza’ fue visto pocos días antes del atentado en Llochegua, una localidad cercana.

El nombre de ‘Carlos’ salió a la luz cuando encabezó la columna que asesinó a 16 personas en mayo del 2021 en Vizcatán del Ene. Él fue criado en los campamentos senderistas del Vraem desde muy niño, y en los últimos años comenzó a escalar posiciones en el MPCP.

‘Chato Mendoza’ también ha participado en recientes crímenes. Uno de ellos fue el secuestro, tortura y asesinato de cuatro moradores de Huarcatán (Ayacucho), en marzo del 2021.

Ellos no son los únicos que pugnan por ascender y acercarse al círculo de mando de ‘José’, pero aparentemente son los más activos.

Las huellas de ‘José’

Han transcurrido seis meses desde que las Fuerzas Armadas realizaron la operación Patriota, en agosto del 2022. Uno de los campamentos de ‘José’ fue invadido y desmantelado, y se logró recuperar armas, pertrechos y equipos de comunicación.

El cabecilla del MPCP no se ha pronunciado aún sobre el ataque en Natividad. Es el primer atentado grave que cometen desde Patriota.

La pregunta, medio año después, es ¿dónde está ‘José’? Para los servicios de inteligencia, es difícil que se haya refugiado en los pequeños pueblos repartidos en el Vraem, porque sería detectado por las redes de informantes, y capturado o abatido.

Se baraja otra posibilidad: que se haya desplazado hacia la selva de Ucayali o Madre de Dios, y que desde allí, acompañado por personas de su confianza, esté dando órdenes a sus huestes. No se descarta, incluso, que pueda esconderse en la frontera con Brasil o Bolivia.

“En el mundo actual, los comunistas no estamos solos ni estoy solo”, escribió también ‘José’ en ese volante hallado en noviembre. Fuera de la demagogia y la distorsión de la realidad, es cierto que intenta prolongar su ocultamiento al mismo tiempo que busca posibles sucesores en el MPCP.