El reciente ataque de Sendero Luminoso a una base militar de Mazángaro, en la provincia de Satipo, departamento de Junín, sería la primera reacción de los terroristas por el rescate de 54 personas que permanecieron prisioneras en el sector 5 del valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem).
El especialista en temas de terrorismo y narcotráfico, Pedro Yaranga, dijo que no se descarta más ataques por parte de los terroristas de Sendero Luminoso a las bases militares y comisarías ubicadas en la amplia zona de influencia del Vraem.
“Este ataque es inusual. Ellos (los miembros de Sendero Luminoso) atacaron varias veces a Mazángaro, pero lo han hecho de noche. Esta vez se han atrevido a hacerlo de día con el único objetivo de matar”, dijo a El Comercio.
Según testigos, decenas de terroristas atacaron esta tarde la base contrasubversiva de Mazángaro por todos los flancos y no permitieron ninguna reacción de los militares. Un cabo intentó acercarse para responder, pero fue alcanzando por los proyectiles.
“Es obvio que es una respuesta al rescate de los niños y mujeres. Los terroristas se alimentaban de esos niños, que al cumplir la mayoría de edad serían incorporados a sus columnas. Es muy probable que algunos sean hijos de terroristas, pero no de los mandos”, refirió.
Ante esta situación, Pedro Yaranga recomendó a las Fuerzas Armadas estar atentos y tomar precauciones las 24 horas del día.
La semana pasada, fuerzas combinadas lograron liberar a 33 niños y 21 adultos que vivían bajo cautiverio de Sendero Luminoso. Hoy el ministro de Defensa, Jakke Valakivi, reconoció que el grupo terrorista Sendero Luminoso no está exterminado y dijo que “sigue operando reducido, evidentemente”.