Guerra contra la pobreza: una feria estatal en el Vraem - 1
Guerra contra la pobreza: una feria estatal en el Vraem - 1
Giulio Valz-Gen

En Valle Esmeralda, los delitos más comunes son el de violación sexual y violencia familiar. En el pueblo no hay policía y la comisaría más cercana está a más de dos horas de distancia por tierra. Como tantos lugares en el Perú. 

Valle Esmeralda queda en el distrito de Río Tambo, provincia de Satipo, Junín. En el corazón del valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (). Una zona del Perú que todavía está en guerra. Cuidado con pensar que la guerra es solo contra el terrorismo y narcotráfico. Existe un enemigo aun peor: la pobreza. 

—Multisectorial—

En una bodega de la plaza principal de Valle Esmeralda hay un agente del Banco de la Nación. A dos cuadras, una posta médica del Ministerio de Salud (Minsa) y cerca está un colegio. Sobre un pequeño cerro está la base contraterrorista del Ejército. En un día cualquiera, esa es toda la presencia del Estado en esta parte del Vraem. 

Desde hace varios años, el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (CCFFAA) organiza intervenciones multisectoriales en diversas localidades. El enfoque de estas actividades ha cambiado desde el 2016. Ahora se incluye la sostenibilidad como una variable fundamental. Es decir, las intervenciones no son esporádicas sino planificadas y con una periodicidad que es conocida por los ciudadanos de la zona. 

—La feria estatal—

Hace algunas semanas, El Comercio llegó a una de estas actividades. Durante tres días, la plaza principal de Valle Esmeralda se transformó en un campo ferial de entidades estatales con puestos para diferentes necesidades. 

Los médicos del Ministerio de Salud, Essalud y de la sanidad de las Fuerzas Armadas fueron los más requeridos. Pediatría, ginecología y odontología, las especialidades preferidas. La mayoría de pacientes eran mujeres y niños. 

Entre las entidades presentes también estuvieron Cuna Más, Pensión 65 y Juntos (todos programas sociales a cargo del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social), Banco de la Nación, Seguro Integral de Salud (SIS), Devida, Indeci, Sierra y Selva Exportadora, Reniec, Ministerio de Agricultura, Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y la Policía Nacional del Perú (PNP). 

Los ciudadanos pueden inscribirse en los programas sociales o seguros, cobrar su pensión o subvención, sacar DNI, transferir dinero a través del Banco de la Nación y plantear denuncias ante la PNP. 

En los días que dura la actividad, los agentes revisan aleatoriamente si hay requisitorias entre la población. Mientras conversábamos con ellos, por radio se informaba sobre la detención de José Luis Ruiz Goyzueta, buscado por la Sala Penal de Ucayali por el presunto delito de violación sexual. 

Los niños van al pediatra y empiezan a tener controles periódicos en cada intervención multisectorial. (Foto: Alessandro Currarino)

—Tareas pendientes—

Algunos ciudadanos se quejaron, por ejemplo, de que en esta ocasión no llegó el laboratorio de Essalud (cosa que este Diario comprobó) y que lo único que recetaban los médicos era paracetamol. 

El esfuerzo de las Fuerzas Armadas para articular las intervenciones con otros sectores del Estado es, sin duda, positivo. No obstante, quizá sea mejor que este tipo de actividades, que podrían repetirse en otros lugares del país, estén a cargo de un ente estatal cuyo rol ya es articular políticas sociales, como es el Midis. 

—Las naves que llevan desarrollo a la Amazonía—

Lo que empezó como un proyecto de apoyo social de la Marina de Guerra del Perú en Iquitos, se convirtió en lo que hoy son las Plataformas Itinerantes de Acción Social (PIAS).

El gobierno anterior impulsó la construcción y operación de naves con capacidad de llegar a los lugares más alejados de la Amazonía, equipadas con consultorios médicos, oficinas de programas sociales, Banco de la Nación, Reniec, entre otras entidades.

Cuatro de estas embarcaciones surcan periódicamente los ríos de la selva de Loreto y se viene construyendo una en Puno para operar en el Titicaca.

Las PIAS realizan hasta 5 travesías al año, cada una de hasta 45 días. (Foto: Andina)

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